Por qué comer de todo sí es saludable. He elegido este título que engloba tanta controversia para el post de hoy a raíz de una reflexión que llevo rumiando en mi mente. Pero primero voy a empezar por el principio. Me declaro adicta a los #Podcast y uno de mis favoritos es «El Podcast de Cristina Mitre», que si no la conoces todavía te estás perdiendo una joya. En las redes sociales la puedes encontrar como @thebeautymail. Todos los domingos actualiza su lista de reproducción y el otro día me sorprendí escuchando el que comparte con Aitor Sánchez (@midietacojea) con el título en el que me he inspirado: «por qué para estar sano no hay que comer de todo».
Quiero dejar constancia que comparto al 100% lo que se cuenta en este podcast pero me apetece darle una vuelta e ir más allá con mi experiencia personal. Tengo ganas de divulgar mi estilo de vida saludable de una manera más amena y divertida. Y hacerle ver a quien quiera escucharme que se puede mantener en el tiempo una alimentación saludable y explicarle por qué comer de todo sí es saludable.
No hay aprendizaje sin historia
Si digo que me interesa mi nutrición, mi alimentación y mi estado físico desde hace poco, miento. Es cierto que he tenido que equivocarme mucho y probar mucho para ir descubriendo qué cosas me funcionan y qué no. Pero también cuándo y en qué circunstancias. ¿Te ha pasado alguna vez que crees que no puedes hacer algo y resulta que hace tiempo lo hacías? Pues a eso me refiero cuando los requerimientos son diferentes según nuestra época de la vida. Y también nuestras prioridades.
En casa siempre hemos comido muy equilibrado y sano. Mi madre se ha encargado de tener menús muy completos y compensados. Con nuestras verduras, frutas, fuentes de proteína de calidad y grasas. Si bien es cierto que de pequeñas comíamos bastantes procesados, «compensábamos» con el resto de comidas. Sin embargo, esto fue cambiando conforme fui creciendo e interesándome más por mi bienestar. He sido una niña con muchos problemas emocionales y de salud. Y muchos de ellos seguramente relacionados con el «veneno» de estos alimentos procesados.
Cuando me tuve que enfrentar al brote fuerte de Dermatitis Atópica y sufrir más de un año mi piel en carne viva, fue cuando me puse manos a la obra. Y con paciencia, tiempo, escucha activa, prueba y error… he ido conociéndome tanto que ahora practico la alimentación intuitiva (#IntuitiveEating) y disfruto mucho de sus beneficios. Todo este rollo viene a que cuando comencé más en serio en el gimnasio, musculé deprisa (gracias a mi preciada genética) y adquirí un cuerpo más «fitness», las personas de mi entorno siempre me hacían comentarios al respecto. No voy a decir que me molestase mucho pero sí me incomodaba.
Si tienes interés por saber cómo superé la Dermatitis Atópica y cuál es el método de alimentación intuitiva que sigo, pásate por estos dos post que tienes en el blog.
Mi respuesta a este tipo de comentarios era: «no soy fitness, soy saludable». Y me quedaba tan ancha. Como si me pudieran entender. Y en este post puedes encontrar dónde está para mí la diferencia entre estos dos conceptos. En otra ocasión, una amiga me dijo si seguía una dieta pautada y quién me llevaba el entrenamiento. Su reacción fue de asombro cuando le contesté que me llevaba yo todo y que no tenía ni una rutina ni una dieta como tal. Que yo comía de todo. Así, sin tapujos. «No, es que yo como de todo». Claro, ella no concebía que para tener un cuerpo musculado y definido como el mío se pudiera comer de todo. Y aquí entramos en el quid de la cuestión. Entonces, ¿por qué comer de todo sí es saludable?
Por qué comer de todo sí es saludable
Haciendo referencia al podcast de Cristina Mitre que te comentaba al principio, Aitor Sánchez decía que el «comer de todo» hoy en día está mal entendido. Tira más hacia el lado extremo de consumir demasiados alimentos procesados, azúcares añadidos, conservantes, alcohol y demás basura alimentaria. Siento ser tan rotunda. Pero es basura. Sobre todo si se entiende como algo normal el consumir una copa de alcohol diaria, azúcares añadidos en el café, en la galleta del desayuno, en el cola cao de los niños, en los postres y demás… Abusar de comida rápida y procesada llena de grasas reutilizadas… Y encima quitarle espacio en tu alimentación a las frutas, las verduras, las legumbres, los lácteos de calidad, las fuentes de proteína, los carbohidratos de absorción media/alta y las grasas saludables.
Claro que todo esto es cierto y partiendo de esa base el título de este artículo tendría que ser en negativo. Pero no me apetece sumarme al carro de lo que se considera «normal». Que el comer de todo hoy en día está a años luz de lo que yo promuevo. Por eso, en mis argumentos de por qué comer de todo sí es saludable englobo mi realidad y cada vez más la de muchos. Desde hace años que mi alimentación se basa en alimentos reales, lo que hoy se conoce también como #RealFood. Alejando lo máximo posible los procesados y manipulados. Dejando de ser alimentos para ser productos alimenticios. ¿Extremista? No lo creo.
Me considero una persona bastante flexible dentro de mis principios y mis elecciones. Un día esporádico puedo comerme una pizza o un kebab, por ejemplo. Pero será algo muy raro. Lo que intento encontrar es ese equilibrio perfecto entre serme fiel y respetar lo que quiero. Y vivir en sociedad disfrutando de las quedadas con amigos, cenas, eventos sociales y demás. ¿Cómo? Intento alimentarme 85% real y 15% procesado (a ojo). Y partiendo de esta base, todo es muy fácil.
Entonces Noe, ¿por qué comer de todo sí es saludable? Porque como de todo lo que es real y sano. Lo que nos ofrece la naturaleza sin procesar ni cambiar su estado natural. Dentro de mi dieta intuitiva tienen cabida comidas como los estofados y platos de cuchara, los asados, las paellas y guisos. Pastas, pescados y carnes. Todas las frutas y verduras que quiera, frutos secos variados y en cantidad. Fuente de grasas saludables variadas como el aceite de oliva virgen extra, aceite de coco sin refinar, aguacates… Así como las elaboraciones saludables que versiono de los platos tradicionales: quiches, bizcochos, tartas de chocolate, galletas, canelones, pastas… ¡¡Todo lo que me apetezca y cuando me apetezca!! ¿Te parece poco?
Sin embargo, no concibo los alimentos procesados dañinos como una posibilidad, por eso cuando digo que como de todo, es que como de todo. Y no miento. Soy consciente de que tengo que dar muchas explicaciones y que a la mayoría de personas les incomoda y no lo entienden. Pero a mí eso ya no me importa, yo soy feliz, me siento en paz y vivo de forma coherente con mis decisiones. Contestar de esta manera a por qué comer de todo sí es saludable me parece un gran acierto.
Qué entiendo por vida saludable
Después de contarte todas mis razones a por qué comer de todo sí es saludable. Me encantaría compartir contigo una de las cosas más preciadas que tengo. Y es mi estilo de vida saludable, las elecciones que hago diariamente y el bienestar que me produce. Sé que este escrito versa sobre la alimentación pero no puede concebirse llevar una alimentación saludable si no la acompañas con un estilo de vida global. Un estilo de vida que te aporte, te sume, te beneficie y te haga sonreír. Que te motive para verte bien y sentirte bien. Con elecciones que se adecuen a tus particularidades y circunstancias.
Siendo consciente de hasta dónde puedes y quieres llegar. Y lo que quieres alcanzar. Llevar un estilo de vida concreto y disfrutar de él nunca debería ser un sacrificio. Si para ti supone mucho esfuerzo, sufres, notas ansiedad y crees que te supera, no has elegido bien. Y no pasa nada. Es necesario equivocarse para tener la oportunidad de cambiar. Además, no debes olvidar que cada etapa de la vida te va a pedir requerimientos distintos.
Acompaña de manera progresiva tus decisiones en la alimentación con más actividad física diaria. Con tener pensamientos positivos, sonreír más, descansar mejor, aprovechar el tiempo con tus seres queridos de manera consciente. Mantenerte en constante formación para estimular a tu cerebro leyendo, investigando, curioseando… Realiza prácticas de relajación en algún momento del día. Nota cómo inhalas el oxígeno llenando tus pulmones y cómo te destensas al exhalar. Aprovecha los minutos que puedas haciendo planes al aire libre rodeado de naturaleza . Establece una rutina consciente libre de toxicidades para afrontar cada día.
Elige la actividad física que se adapte a tu estilo de vida. Baila, corre, ríe, canta, boxea, entrena, corre, surfea… Pero por favor, sé feliz haciéndolo. Si te interesa conocer más acerca de mi Movimiento Dulce Actividad o #SweetActivity, no dejes de pinchar en el enlace donde te cuento mucho más.
No quiero acabar esta parte sin recomendarte leer el post del que más orgullosa me siento: Momentos bonitos del día, por qué hacer una lista. Te aseguro que no te dejará indiferente. Desde Instagram, cada día comparto #LoBelloDelDía y no veas la acogida que tiene. Cada vez recibo más «bellosidades» de mis bellis por el mundo. Y es muy gratificante leeros y compartir tanto.
Tips y consejos para elegir bien y respirar mejor
✔ Escucha activa y sincera de lo que necesitas.
✔ Sé fiel a lo que te gusta y a lo que no quieres renunciar. Tanto en deporte como en alimentación.
✔Introduce un cambio por vez y date tiempo para extraer conclusiones.
✔ Si con algo no te sientes cómodo CAMBIA las veces que quieras.
✔ Atrévete a probar cosas nuevas: recetas, alimentos, deportes, rutinas de vida. No sabes dónde vas a encontrar lo que es para ti.
✔ No copies ni imites lo que hacen los otros. Elige aquello que se adapte a tu vida y a tus hábitos. Inspírate.
✔ Sé crítico, cuestiónate lo que leas, prueba y equivócate tantas veces como necesites.
✔ Sonríe mucho, agradece las cosas, busca motivación y rodéate de buen humor. Será mucho más fácil ❤
Gracias por llegar hasta aquí e intentar entenderme con tanto respeto por qué comer de todo sí es saludable. Nos leemos muy pronto. NAMASTÉ.
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Enhorabuena Noé por tu aniversario en el blog, eres un crack, olé mi bequi, besitos
Muchísimas gracias jefa favorita del mundo!! Un placer saber que me lees y que sigues mis pequeños pasos. GRACIAS de corazón. Un beso de tu pequeña bequi 🙂