Alimentación intuitiva o el #IntuitiveEating, como lo comparto en Instagram, es la forma más saludable de comer que conozco. Y no es más que dejarse llevar por las señales que te envía tu cuerpo. Escuchar sus necesidades. Estar en armonía y equilibrio con él. Recibo muchos mensajes y preguntas acerca de cómo conseguirlo y adquirir este hábito para no convertirlo en una restricción o en un atracón absoluto.
Lo primero de todo es que el método de alimentación intuitiva requiere mucho tiempo y mucho compromiso personal. Y en la mayoría de los casos muchos errores y etapas poco beneficiosas. Ten presente que cada cuerpo es distinto, que a pesar de que existen unas «reglas» comunes para todos, hay excepciones. Debes de ser noble y amigable contigo mismo como base para una alimentación intuitiva.
Lo más importante es conectar contigo mismo y determinar cómo te sientes. Eso será lo más importante para conseguirlo.
La alimentación intuitiva como estilo de vida
Lo primero de todo, aclararte que si buscas resultados estéticos y rápidos este no es tu método. La alimentación intuitiva como yo la concibo, es un estilo de vida duradero. Un proceso a largo plazo que te ayudará a conocerte mejor, a entenderte mejor y a cuidarte mejor. Es una evolución donde superar tus errores y agarrarte a tus aciertos. El objetivo principal de estilo de vida es la salud, el bienestar. Cuidarte desde dentro para prevenir enfermedades y fortalecer tu sistema inmunológico a través de la alimentación.
Olvídate de dietas extremas y de tener un control exhaustivo por la comida. Aprenderás a conectar con tu cuerpo sin restricciones que generan atracones y ansiedades. No olvides que el organismo necesita de los tres macronutrientes: proteínas, grasas y carbohidratos. Sin restringir ninguno de ellos. Pero su distribución dependerá de muchos factores: de tu actividad física, de tu metabolismo, de tu sexo, de tu tolerancia o no a los carbohidratos, tu resistencia a la insulina, ambiente hormonal…
Este método de alimentación intuitiva requiere estar en contacto con las señales de hambre y saciedad que te envía tu organismo. Rendirte al hambre y respetar tu saciedad. No te guíes por pautas como las de comer cada 3 ó 4 horas. No te presiones si llega la hora de la merienda y aún no tienes hambre. Y no aguantes tus ganas de comer porque el reloj marque equis hora. ¡Hazte caso! No siempre sentimos los mismos estímulos y el cuerpo es sabio.
Si masticas muy bien los alimentos y lo haces de manera lenta, a lo #SlowEating, sentirás saciedad a los veinte minutos después de haber empezado a comer. Y habrás ingerido una cantidad de alimento prudencial. No comas hasta reventar y no esperes muchas horas a tener un vacío en el estómago.
Pautas para conseguir una alimentación intuitiva
- Come alimentos de calidad: aumenta la fibra, grasas buenas, proteínas de calidad. Prioriza alimentos naturales frente a los procesados. Que la mayoría de tu ingesta sea natural y casera. Será la gasolina para tu cuerpo y cuanta más calidad, mejor.
- Controla las porciones: si comes variado y equilibrado no recibirás señales de «hambre falsa» y comerás la porción adecuada. Lo ideal es que no pasen más de cuatro horas sin comer, pero intenta escuchar lo que sientes.
- Mantente hidratado: en ocasiones tener hambre se confunde con tener sed. Intenta ingerir agua cada poco tiempo y en pequeñas cantidades.
- Conecta con tus actos: Haz del acto una ceremonia, una experiencia sensorial plena. Crea un ambiente armonioso, huele tus alimentos, escucha su cocción, una mesa bonita… Haz que el entorno sea positivo. Desde hacer la compra, colocarla, cocinarla, comerla… Estos rituales te llenan, te nutren. Conectan con tu alimentación primaria y evitarás llegar a una alimentación emocional. Donde satisfaces carencias con comida.
- Fuera estímulos: Aleja dispositivos electrónicos y distracciones de tu ceremonia alimenticia. Céntrate en masticar los alimentos, en salivarlos, en olerlos… Prueba a cerrar los ojos de vez en cuando y a detectar exactamente su sabor.
- Ten alternativas: Dedica un tiempo a investigar qué tipo de alimentos y productos quieres consumir. Apúntate las mejores alternativas. Come variado y nunca te aburrirás de llevar una alimentación intuitiva.
- Si estás satisfecho, para: Lo mejor es dejar espacio en el estómago para que realice la digestión de forma ágil y esperes a comer en la siguiente comida.
- Si sientes hambre, come: La alimentación intuitiva requiere hacerle caso a tus sensaciones. No tengas miedo a comer o a que se te vaya de las manos. Te aseguro que cuando alcanzas el equilibrio serás capaz de identificar las etapas.
La flexibilidad en la alimentación intuitiva
Lo más beneficioso para mí de la alimentación intuitiva es la flexibilidad. No es necesario seguir una dieta pautada ni estar contando calorías ni macronutrientes. No te olvides que tener perspectiva de los acontecimientos te hace más libre. Lo que comes no te define, para bien o para mal. Que un alimento no sea saludable no significa que nunca más puedas volver a comerlo. Por una vez no pasa nada. No te obsesiones si te has permitido más caprichos de lo habitual, no te fustigues. Las siguientes comidas las vuelves a hacer bajo tu estilo de vida y «aquí paz y después gloria». Lo importante es que no sea recurrente y que no existan los excesos.
Ten presente que no existe una fecha tope para alcanzar un objetivo o para parar de comer de esta manera. Es un estilo de vida duradero que te acompañará siempre, si lo deseas. No tengas prisa, no corras, no busques un resultado inmediato. A tu ritmo, a tu manera, a tu sonrisa.
Recuerda que como tú, no hay otro
No vas a ser mucho más diferente de lo que ya eres habitualmente. Acéptate y quiérete tal cual te ves, con las partes que más te gusten y con las que menos te gusten. Intenta convertirte en tu mejor versión, en superarte a ti mismo. No te fijes en otras persona para copiarlo o compararte. Motívate con sus progresos, su vitalidad, su constancia. Pero no con sus resultados físicos. Recuerda que la belleza es subjetiva. Descubre tus virtudes y aprovéchalas. Sé impecable con tus palabras, no te critiques, no te martirices. No seas radical. Únete a la alimentación intuitiva como un estilo de vida y te sentirás mucho mejor.
¿Y la actividad física?
Mi estilo de vida de alimentación intuitiva pasa por ejercitarme todos los días con aquello que me gusta. Localiza aquello con lo que disfrutes, conecta contigo mismo y ¡muévete! Una caminata por la mañana, una clase de baile, natación, fútbol, patinaje, clases en el gimnasio, pesas, bicicleta, correr. Elige la tuya y sé más feliz. Si tienes dudas de a qué me refiero, aquí te explico mi movimiento #SweetActivity 🙂
¿La alimentación intuitiva es válida para todos? Depende, si eres muy controlador, organizado y rígido quizá te resulte demasiado aleatorio este método. Por el contrario, si eres más relajado, flexible y te tomas las cosas con más calma es ideal. Mi opinión personal es que sería para todos. Soy muy maniática, controladora y rutinaria y me alimento de esta forma. Eso no quiere decir que no exista una planificación de las comidas, algunos menús establecidos y una serie de hábitos detrás. ¡Ojo con olvidar que somos humanos y no tenemos superpoderes!
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Me encantan tus consejos y dedicacion
¡¡Muchísimas gracias!!