Oporto en 3 días (o casi cuatro en mi caso). No quiero dejar pasar la oportunidad de compartir contigo el regalazo de fin de año del universo. Un viaje conmigo misma a Porto. Hace más de dos años había decidido visitar esta mágica ciudad al norte de Portugal. Ese viaje estaba organizado conmigo misma y era una recompensa como final de exámenes de primero de Dietética. La Noelia de aquel momento no se encontraba en su mejor momento emocional y no tuve ganas de irme sola. Aunque ahora me gusta decir, conmigo misma.
Hace tiempo que no creo en las casualidades. Y que sin quererlo acabase alojada en el mismo apartamento donde tenía mi reserva en aquel 2020 solo puede ser una caUsalidad. En esta ocasión tampoco viajé en la mejor condición emocional. Puesto que el viaje no estaba previsto para hacerlo conmigo misma. Pero me quedé sin acompañante poquitos días antes de irme. Dudé mucho en si seguir adelante o no. Pero como la cancelación no era posible, hice mi equipaje y puse rumbo a la ciudad costera.
Si te apetece ver un resumen del día a día, te dejo el enlace a mis historias destacadas con la carpeta del viaje. ¡Te va a encantar!
Dónde alojarse para visitar Oporto en 3 días
Como acabo de decir, me alojé en el mismo apartamento que tenía reservado en 2020. Me di cuenta de este detalle al segundo día en la ciudad. Y un destello de magia me recorrió el cuerpo. Sabía que estaba en el lugar adecuado. Decirte que Porto tiene apartamentos y hoteles muy modernos y bonitos. Yo eché buena cuenta rebuscando por Booking y me costó decidirme.
Finalmente me decanté por YOUR OPO APARTMENTS MARKET, justo enfrente del Mercado do Bolhão. Recomiendo este alojamiento 100%. Tanto por la ubicación como por los servicios, hospitalidad y experiencia. Cabe destacar la amabilidad de sus trabajadores. Que llegando empapada por una de esas tundas de agua portuguesas, me dejaron acomodarme en mi apartamento a las 10 de la mañana. Varias horas antes del check-in.
Del aeropuerto al centro de Oporto
En un principio iba a llegar a la ciudad en coche, e inesperadamente tuve que comprar un vuelo para la ciudad lusa. Así que tras aterrizar en el aeropuerto de Francisco Sá Carneiro, me dirigí a la estación de metro. La forma más cómoda, para mí, de llegar al centro para disfrutar de Oporto en 3 días es el metro. La línea que une el aeropuerto es la morada y tiene como fin de línea la parada Trindade. Desde esta estación puedes hacer combinaciones con otras líneas si necesitas ir más cerca de tu apartamento. No fue mi caso.
Al llegar a las máquinas expendedoras, elige el billete sencillo de la zona Z4 (que vale 2€) y retira la tarjeta (te van a cobrar 2,60€ por el cartón). No lo tires como yo que lo vas a necesitar para volver al aeropuerto. El trayecto dura unos 35 minutos y suele pasar cada 15 minutos.
Cerca de mi alojamiento encontramos un aparcamiento de pago con una tarifa asequible. La estancia de 72 horas (3 días) son 32€ y puedes entrar y salir las veces que quieras durante el día. Muy interesante para moverte por los alrededores en coche. SILO AUTO está ubicado en la calle Guedes de Azevedo.
Dónde comer en Oporto en 3 días
Sé que tienes muchas ganas de las recomendaciones gastronómicas de este delicioso destino. Pero siento decirte que no te va a dar la vida para probarlo todo. ¡Tendrás que elegir! Yo te voy a regalar lo que sí que tuve el placer de probar y aquellos lugares que se me quedaron pendientes. Podrás buscarlos y seleccionar con tu criterio si te interesan o no. ¡A por ello!
El primer restaurante al que acudí fue la Petisqueira- VOLTARIA, paralela a la calle de Las Flores (cerca de la estación de São Bento). Local chiquito, con apenas cinco mesas. Comida local y sabrosa. Tienen pocos platos pero muy ricos. Mis elecciones fueron: bacalao ‘à brás’, ‘Tentúgal’ de alheira (embutido portugués) con espinacas y compota de cebolla en masa filo con un pastel de nata y bacalao.
No admiten reservas y abren a las 12.00h. En Portugal se come muy temprano. Como yo llevaba desde las tres de la mañana despierta, fui justo a la apertura y conseguí la última mesa. Deberás aguardar turno en la puerta.
La siguiente comilona me la di en compañía de Silvina, una bonaerense que tuve el placer de conocer en un free tour de la ciudad. Justo estábamos haciendo el crucero de los 6 puentes y nos reconocimos de la tarde anterior. Causalidades. Ambas quisimos comer en la Taberninha do Manel, en Vila Nova de Gaia, enfrente de La Ribeira.
El menú de ese medio día lluvioso fueron unas croquetas de bacalao, unas empanadillas de cochinillo, camarones al ajillo y unas mollejas guisadas al estilo de Tita Lula. Tampoco admiten reserva y es muy frecuentado por la terraza con vistas al río. Disponen de mantintas y calefactores para no quedarte pajarito con la humedad.
La mejor de las experiencias gastronómicas en mi visita a Oporto en tres días fue la de Casa Viúva. Un pequeño local sin grandes pretensiones con una comida casera portuguesa deliciosa. Sin duda es un lugar al que acudir más de una vez. Abre muy pronto, sobre las 11.30 horas y suele estar lleno de locales y trabajadores de la zona. Yo fui sobre las 12.30horas y solo esperé unos 20 minutos. Merece la pena. La atención muy buena y rápida. Y la comida, otro nivel.
El menú de ese día fue un caldo de verduras muy caliente por 1,30€, una dorada a la plancha con patatas cocidas y ensalada por 7,50€ y una cesta de pan blanco y de centeno (ESPECTACULAR) gratis. Me recomendaron probar los postres, que sin duda tenían una pinta sensacional, pero no tenía ganas en ese momento. A la próxima, seguro. Porque habrá próxima.
Pastelerías y confiterías en Oporto, un imprescindible
Si no has tenido el gusto de visitar Portugal, te voy a hacer un spoiler. Las confiterías son otro nivel. Si tienes problema para resistirte al dulce, ¡cuidado! Cuando llegué a mi alojamiento toda empapada, Roi, el amable recepcionista me recomendó desayunar en dos pastelerías pegadas al alojamiento. Tuve buen tino de acercarme a ambas y probar algo de cada una de ellas. No hay duda de que son muy buenas.
Pero si te apetece visitar una confitería muy retro y tradicional te recomiendo Confeitaria do Bolhão, desde 1896. A mí me recordó a Farmacia de Guardia. Allí elegí probar un Pastel de Nata y llevar unos cruasanes para mi familia. Por favor, no te vayas sin probarlos. La otra pastelería que me gustó fue la Bem-me quer, que más discreta y moderna que la anterior, tiene unos pasteles, unos cruasanes y unos cafés de-li-cio-sos.
Recomendaciones gastronómicas para Oporto en 3 días y más
Destino gastronómico. Este debería de ser el título de la ciudad lusa. Después de tantas recomendaciones me daban ganas de quedarme un par de semanas más para probarlo todo. No he tenido el gusto de probar los restaurantes que voy a citar ahora, pero si te animas, puedes hacerlo tú y me lo cuentas.
Como restaurantes tradicionales de comida portuguesa me sugirieron O Buraco y Cantina 32, en pleno centro. SI te apetece un buen pescado o comida de mar, puedes degustar los platos de Fish Fish en la zona de la Ribeira. Si por el contrario prefieres unas buenas tapas, pásate por Tapas Bento. Y para una buena francesinha quizá el Café Santiago.
Foz y el Tranvía Eléctrico tradicional
El tradicional tranvía recorre la ciudad de punta a punta. Lo verás pasar cada rato y te aseguro que es parte de la belleza e identidad de Porto. Mi visita fue en diciembre y sí, llovió bastante. Por eso, el plan de irse hasta Foz en un tranvía es en sí una actividad preciosa. El tranvía se coge desde Rua do Infante D. Henrique, justo en frente de la Iglesia de São Francisco.
No tienes que preocuparte por los horarios, salen con una frecuencia de unos 20 minutos entre ellos. Y el billete se compra directamente a bordo. El trayecto de ida y vuelta son 7 euros por persona.
Mi idea primigenia era la de ir andando (son unos 4 kilómetros por una senda preciosa llana a nivel del mar). Puedes tardar una hora más o menos. Y volver en el tranvía. El asunto fue que aunque esa mañana estaba despejado, en Oporto nunca sabes cuándo te va a jarrear de forma repentina. Y además, tuve la gran suerte de tener una cita con mi amiga Silvina. Sí, con quien comí el día anterior en La Ribeira. Así que preferimos hacer el trayecto en tranvía y disfrutar del momento.
En Foz do Douro encontrarás la desembocadura del río Duero en el agitado océano Atlántico. Así como un precioso paseo marítimo, el pequeño faro de las Felgueiras y las mansiones del pasado aristocrático. Te animo a que dediques un ratito de tu visita a Oporto en 3 días para este maravilloso enclave.
Pequeño recorrido por los imprescindibles de Porto
Siento que este post se haga tan extenso pero prefiero regalarte toda la información en un mismo lugar. Así no tendrás más que navegar haciendo scroll en una única ventana. Seguro que si eliges algún free tour y te documentas un poco sobre la ciudad, no te dejarás nada. Pero no quiero dejar de destacar cual fue mi itinerario por si quieres una idea:
Día 1: Capillas de las Almas, Rua de Santa Catarina (con la visita al conocido Café Majestic), Mercado do Bolhão, Avenida de los Aliados, Plaza de la Libertad, Estación de São Bento, Calle de las Flores (por donde subí y bajé tropecientas veces). Plaza de Gómez Teixeira con la fuente de los Leones, La Iglesia del Carmen y de las Carmelitas, el Edificio de Justicia, el Jardín de la Cordoaria y la Torre de los Clérigos a la que decidí subir el último día.
Día 2: Iglesia de San Ildefonso (de mis lugares favoritos), Mirador de la Victoria, Sé do Porto (Catedral), paseo por La Ribeira, cruzar el Puente de Luis I y recorrer la orilla de Vila Nova de Gaia y hacer crucero de los 6 puentes con Douro Cruceros.
La actividad en barco me gustó mucho. La vista desde el río es preciosa y las casitas de colores son alucinantes. Así como pasar por debajo de los grandes puentes. El inconveniente fue que justo en ese ratito llovió bastante y a cubierto los cristales se empañaban. Así que al salir dos o tres veces me mojé mucho. No fue problema, pero no lo disfruté igual. Lo positivo de esa actividad fue que coincidí con Silvina y las dos nos fuimos a comer.
Y por la tarde, me dediqué a visitar la ciudad con las elegantes y discretas luces de Navidad. Que era el objetivo con el que se creó el viaje.
Día 3: Tranvía y paseo en Foz, comida en casa Viúva temprano, librería Lello, cruzar el Puente Luis I por encima y apreciar las vistas desde el Mirador da Ribeira y cruzar la calle para subir a la explanada del Monasterio de la Sierra del Pilar (espectacular).
Para visitar la famosa Librería Lello te recomiendo que saques la entrada en su web. Cuesta 5 euros y puedes elegir franja horaria para entrar (te evitarás hacer cola al frío o a la lluvia). Y si no hay mucha gente, como fue mi caso, entrarás antes.
Y como extra, contarte que en mi último y cuarto día (que pude aprovechar hasta el mediodía), decidí subir a ver las vistas desde la Torre de los Clérigos y acercarme a los Jardines del Palacio de Cristal, donde encontrarás las famosas letras que forman el nombre de la ciudad en un bonito color azul. Creo que Oporto en 3 días se visita sin problema. Yo tuve que apañarme con los horarios extraños de vuelos, pero pienso que nunca es suficiente para «vivir» una ciudad.
Qué me llevo (y qué dejo) en Porto
No me quiero poner nostálgica pero es inevitable dejar por escrito un pequeño agradecimiento hacia el universo y hacia mí misma por hacer de una experiencia que, a priori, no pintaba tan bien, uno de los viajes más bonitos y tiernos que he hecho. Es la segunda vez que tengo la oportunidad de viajar conmigo misma y es una experiencia asombrosa. Me he dado cuenta de que soy capaz de muchas más cosas de las que creía, que puedo cuidar de mí y que con una actitud poderosa atraes aquello que proyectas. Quiero agradecerle a cada una de las preciosas personas que tuve el placer de conocer en mi escapada su apertura, trato y cariño. Puesto que mi ya de por sí sensible corazón estaba algo más «blandito».
La postal que ilustra la fotografía de portada la tengo colocada en un lugar privilegiado de mi habitación. Según me levanto de la cama, la veo. Y cuando la miro, sonrío. Porque esta experiencia la atesoro como ancla a la que recurrir cuando me tambalean los pies y los cimientos.
Si creo en las casualidades tendría que pensar que el mundo es demasiado perfecto. Y como me resisto a creer en la perfección. Vivo mucho más atenta sintiendo que es el universo el que nos llena de caUsalidades. Y que todas sean bienvenidas. Gracias por este ratito. Nos leemos pronto. NAMASTÉ.
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