Superar la Dermatitis Atópica. ¿Es posible? Dicen que sí. Yo hasta hace 6 años pensaba que era imposible. Te voy a situar: desde los 3 añitos comencé a padecer asma y Dermatitis Atópica. Las cuales me han acompañado durante toda mi vida. A mis treinta primaveras aún padezco crisis asmáticas, pero mucho más espaciadas que antes. Y puedo decir, que superar la Dermatitis Atópica es posible. Por mis problemas de salud, desde muy pequeña he tenido que realizar un periplo por varios médicos y especialistas. La mayoría de ellos por aquel entonces estaban seguros de que estas enfermedades estaban relacionadas con las alergias y que son autoinmunes. Sin embargo, sólo dos de ellos lo relacionaban también con problemas emocionales y que tenían un elemento personal muy fuerte. Por supuesto que yo con 18 años no quería ni podía, todavía, creer que esto era así.
Según fueron pasando los años, mi Dermatitis Atópica empeoró muchísimo. Ya no sólo se localizaba en las cuencas de los codos y las rodillas, sino que se había extendido por todo el cuerpo y no me iba a abandonar más hasta cinco años después. Además del eccema correspondiente, el picor era muy severo y la sequedad de la piel extrema. Imaginaros montones de arena de playa por el suelo de mi habitación. Era mi piel al rascarme. La ropa se me enganchaba en los cortes de la piel resecos y mis cejas desaparecieron debido a la descamación. Me despellejaba viva. Y no exagero.
Los profesionales no sabían qué hacer conmigo, habían probado de todo y no había manera de mejorar. Pinchazos con medicamentos novedosos, analíticas, corticoides, antibióticos, rayos UVB… Llegó un punto en el que tuve que darme de baja en el trabajo para poder pasarme el día saliendo y entrando de la bañera.
Lo peor de todo son los picores extremos y la irritabilidad que produce el estar rascándose todo el tiempo. 24 horas al día. Y con las consiguientes heridas en la piel provocadas por esos rascados intensos. Que alguien te diga que no te puedes rascar cuando pica. Y mucho. He recibido muchas muestras de empatía cuando alguna persona cercana ha experimentado picores masivos por alguna enfermedad transitoria. Y en esos momentos en cuando me entendían. Antes es imposible.
¿Qué es la Dermatitis Atópica?
Para los que no sepáis lo que es la Dermatitis Atópica, es una enfermedad inflamatoria de la piel, caracterizada por una extrema sequedad y por la aparición de manchas rojas con eccemas que causan un picor muy severo. Es una enfermedad crónica que se manifiesta a través de brotes, impactando de manera brutal en la calidad de vida de los afectados. Y de sus familias. Causa mucho insomnio, irritabilidad, estrés e incapacidad temporal. Comienza en la infancia y además de un factor genético, la piel atópica se relaciona con un sistema inmunológico fuera de control creando una intensa inflamación. La piel se vuelve muy permeable y permite la entrada de alérgenos y bacterias. Causando graves reacciones inflamatorias.
¿Cómo enfrentarse a la Dermatitis Atópica?
Ver sufrir a un niño muy pequeño con esta enfermedad es terrible. No puedes hacer nada más que apoyarlo e intentar utilizar todos esos «parches» en forma de cremas, ungüentos, medicaciones, cremas corporales, una vida relajada, sin tensiones… Pero una vez tomas conciencia de lo que te pasa y crees que es tu momento para enfrentarse a la Dermatitis Atópica, te animo a que busques herramientas dentro y fuera de ti.
En su momento me comentaron que mezclé muchas técnicas a la vez y que así no podría saber qué me estaba ayudando de verdad. A día de hoy pienso que hice lo correcto. He aprendido mucho de cada una de mis terapias y las sigo utilizando.
Lo primero de todo, relájate. Busca grupos de meditación. Apúntate a yoga, pilates, chi kung… Y vuélcate de lleno en liberar tensiones, aprende técnicas de respiración y sé mucho más flexible contigo mismo. Para continuar, te recomiendo que estés preparado para ser muy sincero contigo y elimines de tu vida todo eso que te hace daño. Y que sabes que te hace daño. Ya sean personas, hábitos, objetos… Suena radical, pero en mi caso así era. No quería aceptar que muchas relaciones que tenía eran tóxicas. Hasta la que mantenía conmigo misma.
A todos nos llega un momento en el que nos sentimos preparados para enfrentarnos a la realidad. No tengas miedo. Todo es parte del proceso. Escúchate, acéptate y quiérete mucho.
Terapias que me salvaron de la Dermatitis Atópica
No sé si habéis oído hablar de los «amarillos». Son esos ángeles salvadores que nos cuenta Albert Espinosa en su libro «Un mundo amarillo», que os recomiendo muy mucho. Pues bien, yo tuve la suerte de cruzarme en mi camino con dos ángeles salvadores. Mi acupuntora y mi coach emocional. Ambas hicieron un trabajo mágico conmigo. Y ambas tienen un hueco especial en mi corazón. (Además de mi profesora de yoga, otro ángel).
Para comenzar a tratar los síntomas de la Dermatitis Atópica de forma cutánea, necesité varias sesiones de acupuntura combinadas con medicina china. Mi nivel de estrés estaba por las nubes ya que llevaba casi un año con insomnio y sin poder dormir debido a los picores extremos. Mi sistema inmunológico estaba muy deteriorado y mi hígado estaba sufriendo debido a las medicaciones.
Por aquel entonces, ya había decidido eliminar todas las medicinas y dejé de acudir al hospital. Mi cuerpo me pedía a gritos una desintoxicación. Estaba convencida de que estaba colapsada. Y así era. Durante tres meses acudí a tratamiento varias veces por semana y seguí a rajatabla todas sus recomendaciones. Y mejoré.
Por otro lado, encontrarme con mi coach emocional fue sin duda otras de las terapias sanadoras. Trabajamos mis miedos, mis limitaciones, mis patologías emocionales y me regaló unas cuantas herramientas imprescindibles en mi vida. Como el anclaje emocional, que os cuento en este post.
Mis esenciales para superar la Dermatitis Atópica
Con respecto a las cremas y suplementos que decidí incorporar en mi rutina después de la desintoxicación fueron muy poquitos. La primera de todas, y la que aún sigo utilizando es mi crema de cara imprescindible: sintopic. Desde que la descubrí ya no la cambio por nada más. Después de un sinfín de prueba y error con pomadas y cremas que me dolían o que me dejaban la piel mal. Encontré mi alma gemela.
Para continuar, adquirí el hábito de mezclar unas gotas de aceites cosméticos naturales de caléndula o de argán. El primero porque es un antiinflamario y antiséptico para las heridas. Y el segundo, porque es altamente nutritivo, hidratante y lleno de antioxidantes. Los consigo en Manuel Riesgo, en Madrid.
Y por último, mi suplemento estrella. El Omega 3. Es un aceite alto en ácido linolénico que se encuentra sobre todo en los animales marinos. Como pescados y mariscos. Este aceite contiene EPA, DHA y ALA. Para conseguir sus propiedades antiinflamatorias e hidratantes asegúrate que sea alto en EPA.
Desde que decidí comenzar con terapias alternativas y dejar la medicación pasaron exactamente tres meses y medio hasta que volví a recuperar la elasticidad en la piel, la hidratación y mi piel adquirió un aspecto sano de nuevo. Aunque faltarían un par de años hasta que este órgano tan importante se curase «del todo».
¿Y qué pasa con la alimentación?
Como ya habréis adivinado la parte de la alimentación se merece un apartado independiente. Ese verano, estamos hablando del 2011, decidí hacerme un análisis de sangre de intolerancia alimenticia para conocer si lo que estaba comiendo podría repercutirme. Os tengo que decir que por aquel entonces no era consciente de este tema y no creía que esto funcionase. Yo seguía confiando en la medicina y cualquier cosa alternativa no me iba a salvar. Pero estaba equivocada.
Este test de intolerancias alimenticias reveló bastante alimentos que consumía a diario y que me estaban dañando. Decidimos retirarlos absolutamente todos de mi dieta durante dos meses enteros para empezar a observar reacciones. Y estas no se hicieron esperar. En dos meses yo me sentía mucho más enérgica, feliz, sana y con una mejoría de la Dermatitis Atópica alucinante. Si queréis saber más sobre esto os lo cuento en otro post.
Aquí comenzó mi andadura con una alimentación saludable, más consciente, para nutrirme y no para satisfacer unas necesidades. Cuidando mi cuerpo por fuera y por dentro y mimándome. Cuando has pasado por una enfermedad tan imposibilitante como es la Dermatitis aprendes a valorar la salud por encima de todo y a respetarte por dentro y por fuera.
Además de todo esto, la hidratación a través del agua adquirió un valor muy relevante. Comencé a beber agua regularmente durante todo el día para ayudar al organismo en ese reseteo. No os olvidéis de beber agua en abundancia cada día para manteneros sanos y vitales.
Gracias por leerme
Gracias por haber llegado hasta aquí y deseo que puedas tomar prestadas herramientas para recuperarte. Tanto con la Dermatitis Atópica como cualquier otra enfermedad autoinmune. Y que veas que sí que hay esperanza y que se puede. Y por supuesto, cuéntame en los comentarios lo que te apetezca sobre tus experiencias o vivencias.
Nos leemos pronto 🙂
Quiero matizar que no estoy en contra de la medicina tradicional ni de los medicamentos. Simplemente mi experiencia me ha llevado a plantearme tomar otro rumbo y a escuchar a mi cuerpo. El cual me estaba gritando en directo y diferido que necesitaba un cambio. Tanto a nivel interior como exterior. Apoyo la medicina y todas las terapias necesarias para tratar las enfermedades.
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Doy fé de todos los tormentosos años en compañía de la terrible dermatitis. Lo pasé y sufrí contigo.Lo mejor, estar hablando en pasado.
Aunque haga breves visitas, de tarde en tarde,
Ya tienes experiencia, herramientas y la confianza arduamente adquirida para saber que se va, sin más.
Un bravo por tu golpe de timón que diste Cuando casi tocabas ( tocábamos ) fondo.
A mi amor se suma la admiración por tu empeño y constancia en superar adversidades.😍🤗
GRACIAS mamá. Sin ti no hubiera sido posible. Y el éxito, es de ambas. Te quiero.
Hola Noe,
Felicidades por el Blog y por la vitalidad y positivista que transmites al contar tu experiencia personal por una enfermedad así.
Curiosamente te sigo hace ya algunos meses pero no ha sido hasta esta noche cuando he sabido que tuviste dermatitis atópica.
Yo soy celíaca y desde el año pasado estoy atravesando un brote de urticaria crónica.
Me he sentido muy identificada leyendo tus padecimientos. Este año ha sido muy duro para mí. Ahora estoy un poco mejor. Me sigo tomando el antihistamínico todas las mañanas y he hecho una dieta muy rigurosa (pues tengo varias intolerancias alimenticias, gluten, lácteos. ..etc)
Por no enrollarme más, me gustaría que me recomendaras un aceite Omega-3 bueno.
Me da un poco de reparo porque se que hace 5 años me tomé un aceite de Krill y me fue mal.
Pero estoy convencida que lo necesito. Me va a venir bien para bajar la inflamación (tengo los períodos muy irregulares).
No quisiera terminar sin dedicarte una palabra de agradecimiento por compartir tu lucha y también tu victoria.
Ahora tiene mucho más sentido para mi seguir tus stories y tus viajes por el mundo.
Buenas noches bella
Un abrazo inmenso desde Ciudad Real
¡¡Hola Maribel!! Encantada de tenerte por aquí. Muchas gracias por tus palabras y todo lo bonito que me dices. Lamento que estés pasando por algo parecido pero que poco a poco vayas mejorando. Verás que vas a ir a mejor. Cuesta, pero podrás. Te recomiendo este Omega 3 que es el que tomo actualmente: https://www.nutritienda.com/es/big/omega-3-fish-oil-100-perlas Yo consumo 2 perlas diarias. Y lo guardo en la nevera para que no se oxide. Feliz de tener una amiga virtual desde Ciudad Real. Un beso enorme! Y Gracias 🙂
Tengo un hijo de 15 años, y padece dermatitis atópica, desde los 5 años, que tipo de alimentación se le debe dar para mejorar la piel, todos los médicos le dan corticoides, pero cuando le quito el medicamento, a los dos días, vuelve aparecer más fuerte. Algún tipo de ejercicio que facilite mejoría. Gracias.
Buenas tardes Ana, gracias por escribirme. Siento mucho que tu hijo esté pasando por esto. Os entiendo perfectamente. El tema de los corticoides es un fastidio… a mí me pasaba lo mismo. Cuando bajaba un poquito la dosis me ponía peor porque el efecto rebote era tremendo. Al final, después de muchísimos tratamientos y de no ver mejoría decidí dejar todo. Pasé un par de meses malos por el rebrote, pero me estabilicé. Ya cuento en el post que la acupuntura, medicina china, terapia emocional y relajación me ayudaron mucho. Con respecto a la alimentación, es fundamental reducir al máximo los productos procesados, con azúcares, grasas y muchas sales. Basar el grueso de las comidas en vegetales, frutas, legumbres, proteínas de calidad, semillas… Tratando siempre de usar la mejor técnica culinaria como el vapor, la planch, el horno… Y evitar las salsas y productos muy condimentados. En mi caso quitar la leche y el gluten me ayudaron MUCHÍSIMO. Sin embargo, tu hijo es el que tiene que querer comprometerse para dar los pasos en la dirección correcta. Deseo que mejore. Y cualquier cosa, aquí estoy 🙂
Hola Noe,
Soy Ane, te escribo desde Irlanda aunque soy vasca. Lo primero, quería agradecerte tu blog post. Me ha dado mucho ánimo oara seguir peleando. Hace tiempo que reniego de los corticoides porque tampoco me hacían bien. Llevo como tú desde muy pequeñita con dermatitis atópica, muchos especialistas, cremas y vacunas. Ninguna solución. Alguna vez de comentaron de pasada que podía tener relación con las emociones, pero nunca le di demasiada importancia. Ahora he empezado a ir a terapia de acupuntura y he dejado los lácteos. Llevo una semanita solo. Me gustaría saber aparte del anclaje emocional, si me recomiendas alguna crema o recurso para cuando estás en una crisis en la que te quiere arrancar la piel… Me agobio mucho y me cuesta no arrascarme. Gracias de nuevo!
Hola Ane, encantada de hablar contigo. Gracias por leerme y dedicarme unos minutos a escribir. Siento mucho leer que tienes dermatitis, te comprendo muy muy bien. Justo hoy estaba recordando mi etapa de incapacidad por la enfermedad y fue terrible. Yo tampoco creía que la parte emocional fuese tan relevante pero LO ES. Y te diría que es casi todo. Sin embargo, creo que se deben de trabajar todas las patas: alimentación, gestión emocional, terapia…
Yo no descubrí nada que fuese la panacea. Cuando estaba mal, estaba mal. Pero el Atarax me ayudó mucho a reducir ciertos picores (otros convivirán contigo). Y de cremas, me funcionó muy bien la caléndula. Aceite de caléndula de primera prensada añadido en la crema corporal (acabé usando Nivea).
Muchas gracias por estar. Te deseo toda la suerte y sanación del mundo 🙂