Qué como en un día, por qué y qué beneficios obtengo. Con la inmediatez de la información resulta muy sencillo compartir lo que hacemos durante nuestro día. Y se ha vuelto algo muy común. Y con el tema de la alimentación, más. Personalmente soy una persona muy social y siempre me he sentido atraída por compartir mis experiencias, reflexiones, viajes, recetas… Y como aún no dispongo de un canal de Youtube para mostraros mis recetas y menús diarios (todo llega, tiempo al tiempo), te muestro por aquí un «qué como en un día» para sentirse saludable, sana y verse bonita por fuera. Porque lo estás por dentro.
No pretendo sentar bases y que mi tipo de alimentación sea un ejemplo a seguir. Ni que sea el modo más adecuado de hacerlo. Considero que cada uno somos diferentes y que no nos va bien lo mismo. Y esa es la base de todo estilo de vida saludable. Que te conozcas, que te escuches, que te mimes, que te permitas lo que te reclama el cuerpo y que vivas intuitivamente. Me encanta el hangtag #IntuitiveEating porque creo que engloba todo lo que quiero transmitir con mi forma de alimentarme. Y hoy me apetece contarte mi menú diario y cómo elaboro algunas recetas.
Qué como en un día: el desayuno a las 7.00 horas
El desayuno no es la comida más importante del día puesto que todas lo son. Pero para mí tiene un valor sentimental y emocional de gran peso. Mi madre se encargó de inculcarnos buenos hábitos desde muy pequeñas. Por ello, me encanta dedicarle a este momento mínimo treinta minutos. Y además me gusta hacerlo sola, con mis pensamientos, mis lecturas… He convertido esta primera comida que rompe el ayuno en una rutina de #SlowLife que me reconforta y me calienta el alma.
Si no sientes hambre cuando te despiertas simplemente ve introduciendo poco a poco alimentos que te sienten bien. Que te vayan abriendo el apetito poco a poco. Es cuestión de hábitos y rutinas. Y recuerda que puedes dejar pasar hasta una hora y media desde que te despiertas para desayunar 🙂
Personalmente, yo voy por sensaciones. No voy a negar que la mayoría de mañanas me levanto con mucha hambre y me apetece desayunar. Pero cuando no es así, primero me visto, me arreglo, preparo todo y dejo el desayuno para el final. No siempre tenemos las mismas necesidades ni debemos de hacer lo mismo. Mantengo los mismo alimentos pero varío la forma de elaboración para no aburrirme. Y lo dejo preparado por la noche para no perder mucho tiempo y disfrutar del momento en sí.
Me encanta elegir la avena como mi fuente de carbohidrato principal porque es de absorción lenta, de fácil digestión y me provee de energía por más tiempo. No produce picos de insulina en mi organismo y no siento la sensación de fatiga como cuando ingieres alimentos mucho más altos en glucosa. Como fuente de proteínas de alto valor biológico suelo utilizar los huevos. Contienen minerales, vitaminas, especialmente del complejo B. Y siempre consumo un par de piezas de fruta de temporada. Mis favoritas son los higos y los caquis pero cuando no hay me inclino por los plátanos, los melocotones, la papaya, el mango o las manzanas. Como fuente de grasa saludable elijo las yemas de los huevos, los frutos secos o el aceite de oliva virgen extra.
Como me gusta ser creativa y variar en mis comidas, en el desayuno opto por prepararme tortitas, pancakces, gachas o porrige, tostadas, bizcochos… Ingiero lo que me sienta bien de diferentes maneras. ¿No es genial? Además, acompaño siempre de un café XXL con bebida vegetal sin azúcar y una cucharada de achicoria soluble, para ayudar al tránsito intestinal.
Qué como en un día: la media mañana a las 10.30 horas
Te vas a dar cuenta que hago cinco comidas al día. ¿Es lo correcto? No, lo correcto es lo que te pida el cuerpo y lo que te permitan tus rutinas, tus obligaciones y circunstancias. Yo llevo comiendo unas cinco veces muchos, muchos años. Siempre he notado que aguanto muy poco tiempo sin comer y que sino como, me entran nauseas y me pongo de mal humor. Cuando pude ser autónoma para comer y cocinar, me he preocupado más en escuchar a mi estómago que en mirar el reloj. No siempre pasa el mismo tiempo entre comida y comida pero cuando tienes un horario laboral estipulado acabas haciéndolo a las mismas horas.
La media mañana suele ser la comida en la que más improviso. Suelo escoger un sándwich con pan integral de espelta con pavo 95% con lechuga, endibias, espinacas… Untar el pan con crema de sésamo, de almendras o bañarlo en aceite de oliva. Otras veces recurro a una tortilla francesa con pan, con patatas o con batata. Si tengo la suerte de tener en casa tortilla de patatas, es un muy buen candidato para un pinchito.
También recurro a atún, bonito, ventresca al natural o en aceite de oliva, sardinillas, pechugas de pollo a la plancha, solomillos de cerdo, jamón serrano y tomate... Patatas o batatas asadas al microondas… ¡¡Lo que sea!! Cualquier cosa es apta y deliciosa para una media mañana ligera que me quite el hambre y mantenga mis niveles de glucosa y energía estables.
Qué como en un día: la comida a las 14.00 horas
Llegan las dos de la tarde y mi estómago protesta rugiendo. Es muy raro el día que no sienta ganas de comer cuando toca. Y, por eso, mi almuerzo suele ser una comida bastante copiosa y nutritiva. En mis platos nunca falta una porción de proteína de calidad, puede ser ternera, pollo, pavo, cerdo, pescado, conejo… Una fuente de carbohidrato de absorción lenta como pueden ser las patatas, las batatas, la quinoa, el arroz basmati o integral, garbanzos, lentejas, judías blancas… Una buena ración de verduras de temporada: coles de bruselas, espinacas, judías verdes, repollo, espárragos, pimientos, berenjena, calabacín… ¡¡Todas me gustan!! Sobre todo intento escoger al menos una de hoja verde y complementar con alguna de otro color. Por ejemplo, los champiñones, el pimientos rojo, la berenjena, cebolla, nabo, rábanos… los utilizo como complementos.
Además, intento aportar esa porción de grasas saludables que nuestro cuerpo necesita a diario. Elijo aliñar mis platos con un buen chorro de aceite de oliva virgen extra en crudo, cremas de frutos secos para untar en mis filetes, pescados o patatas… Me encanta la crema de sésamo o tahini, le da un toque riquísimo a los garbanzos y las batatas asadas. También me encanta acompañar un arroz con una buena salsa hecha con crema de almendras… ¡¡Deliciosa!!
Para cocinar suelo utilizar aceite de coco que no sea hidrolizado, ya que soporta mayor temperatura y se transforma en menor medida. Digamos que se «quema» menos y es menos dañino utilizado en temperaturas elevadas. Cuando cocino a la plancha lo hago con una cucharadita de este aceite y si horneo mis alimentos, no suelo añadir nada. Prefiero utilizar aceite de oliva virgen extra coronando mis platos en crudo.
Como ves, mi «qué como en un día» también incluye platos de tupper y se adecuan a mi estilo de vida saludable sin problemas. Si te interesa que te cuente más sobre mis comidas en la oficina, déjamelo en comentarios. Estaré encantada de contarte todos mis secretos y organización para comer sano en el trabajo, o allá donde vayas 🙂
Qué como en un día: la merienda a las 17.00 horas
La merienda es mi segunda comida favorita del día después del desayuno. Sé que las meriendas saladas gustan mucho y son muy apropiadas, pero a mí nunca se me antoja. Yo soy de las que meriendo «dulce». Y digo dulce porque endulzo con los azúcares naturalmente presentes de los alimentos y para mí, unos pancakes de avena simples es algo dulce.
Hace meses merendaba diariamente kéfir, queso fresco batido, queso cottage y demás delicias lácteas que he tenido que eliminar de mi dieta. A pesar de que mis análisis de intolerancia alimenticia me confirmaron mi alto rechazo a los lácteos, me negaba a abandonarlos. Pero los fuertes dolores abdominales, la hinchazón y hasta los sudores fríos con mareos cada vez que los tomaba, me obligaron a tomar la decisión. Así que a día de hoy no puedo consumir nada que contenga lácteos ni derivados. Una pena porque soy una #CheeseLover nata. ¿Te ha pasado algo parecido?
Por todo esto, mi merienda favorita para comer fuera de casa son las tortitas de avena. Me gusta mucho hacerlas de cacao puro desgrasado o simplemente con avena y canela. Suelo acompañarlas con un buen puñado de frutos secos como las almendras, las nueces de Brasil o los anacardos. Y, por supuesto, mi café con bebida de almendras y achicoria soluble.
En mi «qué como en un día» de verano me gusta mucho prepararme gelatina de café, de chocolate, canela… O merendarme una buena porción de alguno de mis bizcochos saludables. En el blog tienes infinidad de ellos 🙂
Qué como en un día: la cena a las 20.00 horas
Tanto si entreno como sino, suelo comer más o menos lo mismo. No tengo en cuenta mi actividad física diaria para montarme mis platos. Lo que ocurre es que si entreno, la cena la retraso hasta las 21.00 horas más o menos. En mi última comida del día nunca falta mi buena porción de proteína de calidad y si puedes ser, elijo pescado. Acompaño con un platazo de verduras variadas y una porción enorme de grasas saludables. Suelo consumir un buen puñado de frutos secos como los pistachos o las nueces de macadamia. Un buen chorro de aceite de oliva virgen extra y si tengo, un trozo de aguacate o huevos. Todo junto 🙂
¿Qué pasa con los carbohidratos por la noche? ¡¡Absolutamente nada!! Son muy necesarios para poder conciliar el sueño ya que nos ayudan a dormir porque segregan serotonina. Y si entrenas de tarde, su ingesta será muy beneficiosa. Mi elección de los carbohidratos nocturnos suelen ser garbanzos, patatas, batatas o remolacha.
Qué como en un día cuando quiero un capricho:
¿Qué pasa con los caprichos Noe? Como te comentaba, no siempre tenemos la misma hambre ni las mismas ganas de comer. Ni siquiera tenemos la opción de elegir exactamente lo que querríamos en determinados momentos. Personalmente me guío por el #IntuitivieEating o la alimentación intuitiva para alimentarme los 365 días del año. Ni más ni menos. Y me funciona mucho. Decirte que es un trabajo de mucho auto-conocimiento, paciencia y constancia. Saber qué necesitas, cómo y cuándo. Si te interesa saber más sobre mi estilo de alimentación intuitiva pásate por aquí 🙂 Por ello, hay días que como mucho y sigo teniendo más y más hambre. Y otros en los que me lleno enseguida. Y no siempre está relacionado con la actividad física de ese día.
Si en alguna de mis comidas sigo sin saciarme y continúo con ganas de comer más, suelo optar por tostarme una rebanadita de pan y ponerle un chorrito de aceite de oliva virgen extra, coger un buen puñado de frutos secos o acabar con una manzana. Antes de dormir, si siento el estómago con capacidad y no quiero cenar más porque quiero irme ligera a la cama, me preparo un cacao calentito. Con bebida vegetal caliente, cacao en polvo desgrasado y un chorrito de stevia.
Y, por supuesto, los días que horneo bizcochos y delicias, los desayuno, los meriendo o los «postreo» 🙂 ¡¡A nadie le amarga un dulce saludable!!
Muchas GRACIAS por estar un día más y acompañarme en el camino. Si te ha gustado este qué como en un día saludable, no dudes en compartirlo conmigo y en contarme qué comidas te han gustado más. Pronto te traeré un nuevo post con elecciones saludables en restaurantes, vacaciones y viajes. ¿Te interesa?
- Oporto en 3 días, recomendaciones y experiencias - 18 enero, 2023
- Prácticas de Dietética en clínica de nutrición - 10 junio, 2022
- Marmolado saludable de chocolate sin gluten - 21 diciembre, 2021
Buenos días Noe!
Eres una fuente de inspiración increíble y me encanta lo que haces!
¿Para cuándo un canal de Youtube?
Sigue así, besos!!
Muchas gracias Natalia, me ha encantado tu comentario. GRACIAS desde mi pequeño corazoncito. El canal de YOUTUBE en BREVE 😉 Un besazo!!