El anclaje emocional es una técnica de PNL (Programación Neurolingüística) que ayuda a situarse emocionalmente en un lugar concreto. Al igual que una canción, un olor, un recuerdo nos trasladan a situaciones sensitivas concretas, también puedes crear tu anclaje propio en un estado emocional concreto. Que te ayude como ancla. Que te estabilice cuando lo necesites y que te haga feliz.
El anclaje emocional es el proceso consciente de asociar una respuesta a alguna herramienta mental o física. Por ejemplo, un gesto, una palabra, un mantra… O incluso un movimiento. Tocarse un dedo, un golpe en la rodilla, abrazarse a uno mismo, tocarse una oreja… De modo que resulte posible acceder a nuestra emoción deseada cuando realicemos esta acción.
Os hablo sobre el anclaje emocional a raíz de una publicación en Instagram donde os lo mencioné y muchos no supisteis lo que era. Yo oí hablar de ella por mi terapeuta de coaching emocional. En una de nuestras sesiones elegimos mi “gesto ancla” (activador) y afianzamos mi emoción para tener una vía rápida de “vuelta a la calma“.
Todo esto ocurrió cuando estaba pasando mi peor momento debido a mi Dermatitis Atópica tan severa y estaba perdida. Sentí que ya había tirado la toalla. Mi terapeuta fue uno de mis ángeles que llegó a mi vida en el momento adecuado, en el lugar adecuado. Aprovecho para contaros que además de realizar el anclaje emocional, yo lo combiné con una serie de visualizaciones que había aprendido en Yoga. Creé mi propia ancla a mi modo. Sin importarme mucho la “teoría”. Y después de seis años, es más fuerte que nunca. Eso sí, no he dejado de alimentarla ni una sola vez.
Cómo crear un anclaje emocional
Para empezar, necesitamos identificar el estado emocional en el que quieras estar cuando lleves a cabo el anclaje emocional. Identifícalo con uno de bienestar, armonía y paz. Que sea un sentimiento positivo, un estado en el que quieras estar mucho tiempo. Revive ese estado en el pasado cuando lo hayas sentido muy fuerte y grábalo en tu corazón. Cuantos más detalles, más efectivo. Viene a ser algo parecido al Patronus de Harry Potter 😛
- Elige una situación en la que hayas experimentado el sentimiento que quieres anclar.
- Reviva esa situación. Vívela intensamente. Reconstruye toda la escena, los detalles, el entorno, el olor, lo que veías, quién estaba contigo, qué hacías…
- Intensifica las imágenes dándoles más fuerza. Más energía. Más importancia.
- Cuanto sientas que has llegado a ese pico alto de la emoción, ánclalo.
- ¿Cómo? Asocia un activador, un “gesto ancla”. Tocarte la rodilla, el codo, cerrar los ojos, un mantra, una palabra… Lo que más se identifique contigo.
- Comprueba que funciona. Cambia de estado y vuelve a tu anclaje emocional de vez en cuando. Notarás enseguida que sientes lo que deseabas.
- No te olvides de alimentarlo cada vez que puedas sumar más a ese estado. Realiza tu activador y sigue sumando potencia.
Mi anclaje emocional
Como os he mencionado, yo decidí saltarme un poco la teoría y no recurrir a ninguna situación concreta de mi pasado para anclar el sentimiento. Mezclé varias “metodologías” e imaginé mi lugar favorito del mundo para ir a él cuando necesitase relajarme, cortar el bucle de pensamientos negativos. ¿Cómo lo hice? Aproveché unas visualizaciones que realizamos en la clase de Yoga sobre este entorno perfecto.
Y así, cada vez que quiero alimentarlo me resulta muy fácil. Cuando experimento mucha alegría, mucha gratitud, mucha emoción, mucha felicidad realizo mi activador y sigo sumando fuerza a mi anclaje emocional. Si fuese un sentimiento muy concreto del pasado no podría hacer esto. Siempre estaría empañado por lo que ya pasó en ese momento. Sin embargo, de esta manera, puedo sumar y sumar y hacerlo infinito. Y muy fuerte.
Os comparto todo esto porque el otro día, durante nuestro paseo semanal por el campo experimenté todas las emociones de mi anclaje emocional en persona. Sentí que estaba exactamente en mi anclaje. En mi trocito de mundo perfecto. Y lloré. Lloré de la emoción, de la gratitud y de la felicidad por poder experimentarlo en persona. Magia.
Por ello, os animo a que busquéis dentro de vosotros vuestro anclaje emocional. Le deis forma, lo miméis y lo trabajéis siempre que os sea posible. Porque os ayudará muchísimo a cortar los pensamientos, a volver al presente, al superar crisis de ansiedad, de miedos, tristeza… ¿Qué podéis perder?
Si os animáis a hacerlo, contadme qué tal esa experiencia. Muchas gracias por estar por aquí un día más. Namasté.
Si os interesa, os recomiendo el post por qué hacer una lista con los momentos bellos del día 🙂
- La esperanza de vida saludable y el estado de salud general - 2 marzo, 2021
- Pudin de manzana y coco sin gluten, sin lactosa y sin azúcar - 23 febrero, 2021
- Ventajas e inconvenientes de estudiar a distancia - 16 febrero, 2021
NOE, GRACIAS , GRACIAS Y GRACIAS POR ESTE MARAVILLOSO POST.
Me encantan todas y cada una de las recetas que compartes en este micro mundo virtual. Pero es que este post es para quitarse el sombrero.No tenia ni idea de que esto existiera ni que pudiera ser efectivo, la verdad si alguien me lo contara estaría un poquito escéptica, para que engañarte. Pero si tu lo has probado, te ha funcionado, y esto ultimo lo se porque te lo he oído decir a ti misma y emocionarte, voy a intentarlo. No se excactamente cuando porque lo considero suficientemente importante como para dedicarle un momento de mi semana tranquilo y en el que este in tuve conmigo misma. pero lo voy a intentar. Creo que me copiare un poco de ti y en vez de volver a un lugar del pasado para crear el anclaje, me imaginare mi ligar favorito donde quiero ir.
gracias por tomarte el tiempo de abrirte y enseñarnos.
eres unica
Me emocionas Isabel. GRACIAS por tu apoyo y tus palabras bonitas siempre. Yo ni me planteé su eficacia. Le hice caso a mi coach y salió bien. Y te aseguro que es un pequeño gesto que me salva la vida. Así que si te apetece, en algún momento que estés tranquila y creas que es tu momento. Adelante. Y si lo haces, cuéntame. GRACIAS