Visitar Lipton’S Seat en la ciudad de Haputale para contemplar las vastas plantaciones de té y el frondoso espectáculo. Haputale se encuentra a 1.400 metros de altitud situado en el distrito de Badulla, en Sri Lanka. A la hora de planear nuestra ruta de 12 días por el país no dudamos en elegir este destino como imprescindible. Además, gracias a las acertadas recomendaciones de mis amigos viajeros, nos venía fenomenal para subir hasta Lipton’s Seat y recorrer el Parque Nacional de las Llanuras de Horton a escasos 40 kilómetros de distancia.

Llegamos a esta localidad desde Ella por 60 rupias (30 céntimos de euros cada uno) en el Tren más bonito del mundo y tras una hora de viaje descendimos en la estación donde muchos «tukuteros» y chóferes aguardaban a los turistas. Después de mostrarles nuestra reserva de hotel, fue uno de ellos el que nos acogió en su tuk-tuk y nos llevó hasta el alojamiento.
Como vengo repitiendo en todos los post, al haber realizado el viaje solo un mes después de los atentados de abril de 2019 casi no había turistas. Por lo que las ventajas de ello para nosotros también se volvían en nuestra contra al ser más atosigados por los locales. Gajes del oficio 😉

Era nuestro primer viaje en este medio de transporte y nos pareció super divertido a la par que peligroso. La conducción de los cingaleses es bastante caótica, pero muy divertida y estimulante. Nos reímos mucho a pesar de que nos quedamos sin gasolina y abordamos a otro tuk-tuk en sentido contrario que hizo bajar a los niños que transportaba para llevarnos hasta el hotel. ¡¡Toda una aventura!!
El precio de este viaje en tuk-tuk fue de 120 rupias (60 céntimos de euro).
Cómo visitar Lipton’s Seat
Para visitar Lipton’s Seat puedes coger un autobús en el centro de Haputale que te lleva hasta la «Tea Factorty» por 30 rupias (15 céntimos de euro). Y de ahí conseguir un tuk-tuk para llegar hasta las plantaciones de Lipton. O pedir un tuk-tuk y que te lleve desde tu hotel hasta la entrada por unos 2.200 rupias (unos 10 euros). El trayecto es de unos 10 kilómetros que buenamente puedes hacer andando. Pero si le pides el conductor que pare y te deje hacer fotos disfrutarás doblemente.
Como comenté en el post de nuestro itinerario y presupuesto, este tukutero se quiso aprovechar de que éramos turistas. No suele ser lo normal en Sri Lanka pero hay que estar atento y regatear. Pagar 10 euros por subir hasta allí y lo que posteriormente nos cobró por otros trayectos era un robo. Pero lo disfrutamos mucho.

A un kilómetro de la entrada hay una barrera donde apearte y pagar las 100 rupias por persona que cuesta (50 céntimos de euro). Ese kilómetro de ascenso para visitar Lipton’s Seat es una maravilla. Creo que no se ha visto más verde junto nunca. Además de ir solos por los caminos, se respiraba mucha paz y magia. La bruma y la niebla del día, los pájaros trinando, la inmensidad de mariposas… Un lujazo.
En la cima a 2.000 metros de altitud encuentras la famosa estatua de Thomas Lipton. Lugar donde se sentaba a contemplar a sus empleados trajinar en las plantaciones de té. Supongo que sabes que Lipton es uno de los mayores exportadores de té del mundo. Y que, junto con Sri Lanka, India, Indonesia y Kenia forman el montante de esta empresa.

La única mala suerte en cuanto a climatología se refiere la encontramos en Haputale. Ese día estaba muy brumoso y algo húmedo. Impidiendo contemplar las vistas desde lo alto. Un contratiempo menos que no nos empañó la experiencia.
Si quieres tomar un té puedes hacerlo en la cima, donde hay una cafetería con vistas. Nosotros no queríamos tomar nada. Y, además, el té de Lipton no es de los más ricos.
Otra de las excursiones que puedes hacer en este trayecto antes de visitar Lipton’s Seat es la visita a la «Tea Factory». Nosotros queríamos aprovechar y bajar a conocerla pero estaba cerrada. Precisamente por los atentados del mes anterior la tenían cerrada por la baja seguridad que presentaba. ¡Una pena!

Alojarse en Haputale para visitar Lipton’s Seat
Para visitar Lipton’s Seat decidimos alojarnos en el Leisure Mount View Holiday Inn un hotel con unas vistas alucinantes. Además de estar solos en todo el complejo, nos tocó una habitación con una terraza y un dosel en la cama flipante. Puro lujo. El único inconveniente es que sólo estuvimos una noche y no pudimos disfrutarlo en profundidad.

Nos encantó que nos preguntasen si querríamos cena y desayuno. Puesto que es una manera muy eficiente de aprovechar tiempo y recursos. Dejas encargado lo que vas a querer y a qué hora y solo tienes que preocuparte por disfrutar. A la hora acordada vas al salón y…¡¡festín!! Esta forma de proceder nos ocurrió en todos los destinos de Sri Lanka.

Destacar el desayuno de lujo que nos sirvieron a las 6.30 horas bajo petición para emprender el viaje hacia las Llanuras de Horton. El festín incluía: té, café, huevos revueltos, coconut roti, mangos, bananas, manzanas, zumos, leche, avena y cereales de maíz, dhal de lentejas, curd de nata, miel… que degustamos con unas vistas alucinantes y los cantos de los pájaros. Touché.

Dónde comer saludable en Haputale
Como no podía ser de otra manera, siempre busco la mejor opción entre las disponibles para alimentarme de forma saludable. En este caso, nuestro conductor nos llevó al Olive View Point. Un precioso restaurante con unas vistas impresionantes. Toda la pared era una ventana con vistas a las plantaciones. Donde las mesas y los taburetes altos daban a las mismas.

Como nos gustó tanto la comida y estaba muy bien de precio decidimos comer allí dos días. El primero después de visitar Lipton’s Seat y el segundo antes de emprender el camino a Udawalawe a la bajada de El Parque Nacional de las Llanuras de Horton.
El primer día nos decantamos por Chicken Chop Sueye para mi chico. Que es un plato de arroz blanco tres delicias en un bol con otro gemelo lleno de verduras y pollo con salsa picante. 450 rupias (2,30 euros). Y para mí unas pechugas de pollo a la plancha con patatas, zanahorias, judías y patatas cocidas con setas a la plancha. Precio: 750 rupias (3,70 euros).

En la segunda comida yo me decanté por una Sri Lanka Omelette (tortilla francesa con verduras) acompañada de un bol de verduras a la plancha por menos de 500 rupias (2.50 euros). Y mi chico eligió un Rici Curry Vegetables (arroz con curri y vegetales) por 240 rupias (1,20 euros).
Quiero destacar la cena del hotel que encargamos antes de visitar Lipton’s Seat que consistió en arroz a los siete curris y kottu de pollo y verduras. El curri estaba tremendamente delicioso. Nos prepararon una mesa muy ambientada y nos colocaron todos los curris alrededor del arroz. Cada uno de ellos te evoca a una parte del país diferente. Sus texturas, sutilezas, especias y picor. ¡¡Una locura!!

Sin embargo, el Kottu de pollo no nos gustó nada. No tenía pollo y solo llevaba el pan típico salteado. Así que resultó ser solamente pan con algo de sabor. Decepcionante. Menos mal que los curris dan para mucho. El coste total de la cena con bebidas fue de 1.500 rupias (7.40 euros).
Experiencia en Haputale y Lipton Seat
No sé si he comentado ya que este viaje a Sri Lanka para mí ha supuesto un antes y un después. No puedo describir con palabras el aprendizaje y lo experimentado junto a los cingaleses. Haputale es una localidad que no tiene mucho que ver, pero las vistas de las plantaciones de té son alucinantes. Y nuestro hotel merece mucho la pena por estar situado justo en una colina. Maravilloso. Incluso a unos pocos minutos en bus puedes apreciar el magnífico espectáculo de la Cascada de Bambarananke, la más alta del país.
Si alguien me preguntara si recomiendo ir hasta Haputale para ver Lipton’s Seat diría que sí. Sin duda. Además, está a solo dos horas en coche del parque nacional de las Llanuras de Horton donde no dudamos en ir ni un solo momento.
¿Te apetece acompañarnos al mirador del Fin del Mundo? Pues no te pierdas el post donde lo recorremos. GRACIAS por un martes más. NAMASTÉ.
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Me has transportado allí directamente 😍
Gracias Labaronísima, yo encantada de que viajes conmigo 🙂