Kandy en un día, qué hacer, visitar y dónde alojarse. Kandy es una ciudad situada en pleno corazón de las Tierras Altas de Sri Lanka. Es considerada la segunda en importancia de la isla después de Colombo, su capital. Te sentirás rodeado de frondosas montañas y grandes plantaciones de té.
Después de dejar Sigiriya temprano por la mañana nos dirigimos en coche privado hacia la ciudad de Kandy. Otras tres horas en coche y 7.500 rupias (38 euros). Le pedimos por favor al chófer que nos dejase en la estación de tren de Kandy para comprar los billetes para el viaje del día siguiente. Me había informado mucho sobre cómo realizar el trayecto Kandy-Ella en el Tren más bonito del mundo. Y aunque es algo más caro comprar los billetes con antelación, te aseguras una plaza.
Kandy en un día: alojamiento en Hantana Home Stay
Para pasar la noche reservamos en una Home Stay con muy buenas referencias en lo alto de la montaña de Hantana. La casa de Ganga fue recomendación de una muy buena amiga que viajó al país dos años antes que nosotros. No se equivocaron al decir tantas delicias sobre esta preciosa y auténtica familia cingalesa. Tanto es así que tienen servicio de recogida gratuito al centro de la ciudad (20 minutos andando) y su hijo nos vino a buscar para llevarnos a casa.
El alojamiento lo encuentras en Booking con el nombre de Hantana Home Stay y nos costó 5.300 rupias (28 euros) con desayuno de lujo incluido. Además, si tienes la oportunidad de solicitar la cena, por favor, encárgala. Creo que ha sido de las mejores comidas autóctonas que degustamos en el viaje. La cena se cobra a parte y su precio fue de 18 dólares que pagamos en rupias. Pero semejante manjar solo puedes pagarlo con gusto. ¡¡Menudo festín!!
Si quieres 15 euros gratis en tus reservas con Booking accede desde este enlace.
Nos pusieron una mesa a prueba de reyes que consistía en: arroz integral y amarillo, curri de judías verdes, puerros con miel, patatas cocidas con perejil, pollo agridulce, sopa de pollo y coco, mango confitado, soja texturizada con curri picante y col confitada. La mayoría de estos platos son considerados curris. Es muy curioso porque existen infinidad de ellos y no sólo los dos o tres conocidos que han llegado a España. Para los cingaleses el curri no es más que la mezcla de varias especias.
Acordamos una hora para cenar y le pedimos que no fuera demasiado picante. A las 20.30 horas nos tenían preparada una mesa para dos con comida para cuatrocientos. Sin duda lo mejor de todo fue la charla con Ganga en el salón al finalizar.
La habitación dispone de aire acondicionado, baño privado, vistas a la montaña, enseres de baño, secador de pelo y botellas de agua. No sientes que estás en una casa ajena y la experiencia de convivir con locales es demasiado gratificante. Incluso, Ganga nos propuso subir a ver el atardecer a un mirador un poco más arriba de su casa. ¡¡Un regalazo!!
Kandy en un día: El templo Diente de Buda y el Lago
Sobre las 12 del medio día ya estábamos preparados para recorrer Kandy en un día y maravillarnos con la blancura de sus casas, los niños con uniforme saliendo del colegio, los lagartos del río, los tuks-tuks de sus calles… Después de pasar dos días en el poblado de Sigiriya, Kandy se nos hacía más solemne, cuidado, ordenado y de cuento.
Lo más emblemático de esta ciudad es el Templo del Diente de Buda, un complejo arquitectónico precioso que custodia una reliquia de Buda valiosísima. La entrada cuesta 1.000 rupias por persona (5 euros) y debes entrar con hombros y piernas descubiertos. Además, te harán descalzarte y dejar tus zapatillas en unas taquillas gratuitas. Si eres de quemaduras fáciles como mi chico, déjate los calcetines 😉
El otro imprescindible de Kandy es su lago. Maravilloso paseo para rodearlo entre los árboles, la sombra, los lagartos, peces, aves y locales que discurren por allí. Pudimos ver un montón de fauna autóctona de la zona como: patos, cuervos, dragón de komodo, peces, ranas y monos. Como viajamos un mes después de los atentados de abril de 2019 no había apenas turistas en el país y no sufrimos agobios ni masificaciones de ningún tipo. Recomiendan no visitarlo en hora punta.
Kandy en un día: el mercado local, el Buda Gigante de la montaña y el Parque Udawatte Kele Sanctuary
Otro de los atractivos de Kandy en un día es su mercado local al lado de la estación de autobuses. Maravilloso ver cantidades de frutas, verduras, pescados, carnes, especias, tés por doquier. Es cierto que la limpieza del mercado es mejorable, pero a mí me encanta ver la esencia del lugar y no soy nada escrupulosa. Me hubiera encantado poder disponer de una cocina propia para preparar muchos manjares de la zona.
Si te has quedado con ganas de más, tienes el templo Buda Gigante de la montaña. Consiste en una pequeña excursión de 15 minutos con una cuesta bastante compleja donde contemplar preciosas vistas de la ciudad. Su precio es de 250 rupias (1, 50 euros). Nosotros no subimos porque teníamos bastante calor y había mucha humedad. Estábamos algo cansados y quisimos subir a ducharnos y a ver la puesta de sol con nuestra familia de acogida.
Y por último, puede interesarte trasladarte hasta el Parque de Udawatte Kele Sanctuary. Una reserva natural en la colina con una extensión de 105 hectáreas y un precio de entrada de 600 rupias (3 euros). No tuvimos tiempo de subir pero si tienes más días en la capital de las montañas seguro que es un paseo precioso.
Kandy en un día: comida local y supermercados
Lo reconozco, soy una obsesa de entrar en supermercados e imaginar el tipo de vida que tienen por los alimentos que hay. Como es una ciudad bastante importante verás tiendas, comercios y supermercados muy completos. Las frutas y verduras son la base de su comida, por lo tanto había muchísima. Decidí comprar unas zanahorias y pepinos para poder llevar en el tren camino hacia Ella al día siguiente y unos frutos secos sin sal riquísimos.
Y para comer, hicimos una parada en el Muslim Hotel, un restaurante musulmán venido arriba por la recomendación de la Lonely Planet. Sinceramente me pareció un sitio normalito, bastante sucio y descuidado. Pero el kottu rotti que me comí estaba realmente delicioso. Así que no tengas miedo, en Sri Lanka se come fenomenal y todo está muy bueno.
Un detalle importante es que ellos denominan Hotel a los restaurantes. No te extrañes si ves comida y mesas en un hotel 😉
De Kandy a Ella en el Tren más Bonido del Mundo
Al amanecer de nuestro tercer día en Sri Lanka, cogimos el tren de Kandy a Ella con una duración de 6 horas para contemplar las plantaciones de té, las montañas, el clima y la vida local de los transeúntes. Un modo muy económico de viajar y de vivir a la vez. Uno de los pocos momentos de mi vida que no eché de menos tener el poder de la teletransportación 😉
¿Quieres saber cómo fue nuestro viaje, el precio y los trucos? No te pierdas el siguiente post con la historia 😉 Y para saber cómo organizamos nuestra ruta en Sri Lanka durante 12 días, pincha aquí.
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