Budapest en tres días a través de mi objetivo y mi experiencia. El pasado 24 de noviembre mi amiga Clara y yo cogíamos un avión rumbo a la capital de Hungría. Hace unos años que establecimos la tradición de realizar un viaje cada año y parece que lo estamos cumpliendo. Mi pasión por viajar ha llegado para quedarse y cada vez que vuelvo a casa ya siento los deseos de embarcarme en la siguiente aventura. Elegimos este destino porque Budapest en tres días se puede visitar casi a la perfección. Y digo casi porque nos faltó tiempo. Es tan completa en monumentos, actividades y cosas que hacer que se queda corto. Además, en invierno anoche a las cuatro de la tarde y esto acompañado de la lluvia dificultan su visita.
Hacer turismo en verano con más horas de luz y mejor tiempo climático ayudan a aprovechar más el viaje. Si estás planeando una visita a Budapest en tres días en primavera o en verano seguro que le sacas mucho más partido. A las cinco de la tarde teníamos la sensación de que era casi la hora de dormir :p
Historia, moneda, idioma y trucos para visitar Budapest en tres días
Lo que más me llamó la atención es que la historia de la capital húngara se remonta a la de tres ciudades distintas: Obuda, «antigua Buda», Buda, la ciudad más alta situada a la orilla izquierda del río Danubio y Pest, la ciudad baja que se encuentra en el margen derecho. No fue hasta 1873 la unificación de estos tres núcleos urbanos llegando a ser la segunda más importante del Imperio Austrohúngaro, después de Viena. Hay que tener en cuenta que tras la Segunda Guerra Mundial, Budapest sufrió muchos bombardeos de los aliados que destuyeron la ciudad parcialmente. Y al acabar esta en 1945, quedó bajo la influencia soviética. En muchos rincones de la ciudad se palpa toda esta historia de una manera sobrecogedora.
El idioma oficial de Budapest es el húngaro y se defienden a duras penas con el inglés. Su moneda oficial es el Florín Húngaro y el cambio oficial es de 322 florines por cada euro. En rangos generales es una ciudad barata para comer y moverse. Pero quizá para algunas actividades turísticas como los balnearios, visitas guiadas y entrada a algunos monumentos pueda ser algo más elevada.
Para cambiar dinero espera a llegar al centro y busca en el número 1b de la calle Király Utca el local de Money Exchange con el mejor cambio de la ciudad. El billete del autobús para llegar a la ciudad desde el aeropuerto puedes adquirirlo con tarjeta. De hecho, es la mejor manera de pagar siempre que puedas 🙂 En nuestro caso, cambiamos 100 euros en efectivo y el resto lo pagamos con tarjeta.
Por último, destacar que las propinas están bastante arraigadas en Budapest. Muchos restaurantes ya las incluyen en la cuenta pero si no es el caso, lo normal es dejar un 10% del total. Nosotras no notamos que fuese obligatorio. Sin embargo, pasamos unos momentos muy divertidos con el cambio de moneda y las propinas. Como unos 10 euros son aproximadamente 3.230 florines, nos costó manejarnos con cifras adecuadas de propinas, cambio y demás. ¡¡Sumando anécdotas de viajes!!
Primera jornada para conocer Budapest en tres días
Tras aterrizar en el aeropuerto de Ferenc Liszt a 20 kilómetros del centro, cogimos el autobús 100E con dirección a Deák Ferenc tér. Este autobús cuesta 900 florines (3 euros), tarda 50 minutos y tiene tres paradas. Caminamos por la calle Király Utca hasta llegar a nuestro apartamento en el número 48 de Erzsénet tér. Muy céntrico y con muchos servicios en la zona.
Nuestro apartamento se llama Erzsébet Apartmanok y lo reservamos por Booking. Las dos noches nos costaron 100 euros y estaba completamente equipado. Lo único malo es que no tenían servicio de guardaequipaje para la vuelta y las paredes son de papel. Llegando a escuchar bastante a nuestros vecinos. Menos mal que para las once de la noche todos estábamos agotados y dormimos muy bien. Para guardar el equipaje, encontramos unas taquillas por 1.400 florines (5 euros) el día entero, en unas galerías que conectan la calle Kirárly y la Dobu utca.
Después de conocer el apartamento, salimos a callejear y a comer en ‘Kadar Etkezde’, un local típico de estilo soviético barato y delicioso: 4 platos y bebida para dos por 6.600 florines (20€). Nuestra primera anécdota se produce al observar que la carta no estaba en inglés (lo estaba, pero no la del menú diario) y no entender ni papa. Veíamos pasar platos con muy buena pinta pero no sabíamos identificarlos. Se dio la casualidad de que dos chicos estaban esperando a coger mesas y nos escucharon hablar castellano. Uno era de México y el otro alemán pero con ascendencia húngara. Nos ayudaron recomendándonos la sopa #Gulash con cordero y una pata de ganso asada, con chucrut y patatas cocidas con perejil. Como nos quedamos con algo de hambre, decidimos aumentar la comanda y pedir una crema de espinacas y un caldo de verduras con fideos.
Kadar Etkezde: Budapest, Klauzál tér 9, 1072 Hungría. Horario de 11.30 a 15.30 horas de martes a sábado. No se puede reservar y a veces hay que esperar. Precio medio: 8 euros por persona.
Para aprovechar las pocas horas de luz decidimos cruzar al otro lado del Danubio por el Puente de las Cadenas hasta llegar a Buda. Subimos a lo alto de la colina del Palacio Real o Castillo de Buda y contemplar Pest a nuestros pies. Las vistas son increíbles y la estampa es digna de admirar. Para finalizar la tarde, callejeamos por el centro de Pest y su mercado navideño. Terminamos el día cenando en Castro Bistro por 16 euros las dos. ¡¡Muy recomendable!!
Para subir al Castillo de Buda existe un funicular, el Budavári Sikló, que vale 1.200 florines (4 euros). En mi opinión, no merece la pena, ya que la subida es muy pequeña. Y tiene unos dos miradores preciosos donde empaparse de belleza.
Segunda jornada para pasear por Budapest en tres días
Como cualquier buen turista que se precie, hay que madrugar. A las 7.30 horas del domingo ya estábamos pateando las calles hacia la ribera del Danubio. Disfrutar cada rincón desierto es un regalo impagable. Caminamos hasta el Puente de Isabel, contemplamos la estatua de la Princesita y llegamos a El puente de las Cadenas y el Parlamento. Como colofón final a la mañana nos acercamos al monumento memorial de «Los zapatos del Danubio». En honor a las víctimas judías del gueto asesinadas a orillas del río por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial. Te dejará el corazón helado.
Como anécdota del día, conseguimos que la única pareja de personas que estaba despierta a esa hora nos hiciera la mejor foto del mundo. ¿Será coincidencia que fueran asiáticos y se les de fenomenal este tema? ¡Porque solo dispararon una!
Posteriormente paramos a reponer fuerzas con un café caliente y un bocadillo. Y emprendimos camino por la Avenida Andrássy hasta llegar a la Plaza de los Héroes. Es la puerta al parque Varósliget donde se encuentra el castillo de Vajdahunyad y la estatua del «escritor anónimo» donde tocar su pluma te da suerte. Sin duda merece la pena dedicar una hora para pasear por los alrededores y sentir la naturaleza de sus jardines.
Para comer elegimos Bécsi Szelet Vendegló: barato, rico y personal muy amable. Dos platos de pechuga de pavo a la plancha, ensalada griega, patatas cocidas con perejil, arroz blanco y dos botellas de agua por 23 euros las dos.
Bécsi Szelet Vendegl: Budapest, Üllői út 16a, 1085 Hungría. Horario de 11.30 a 22.00 horas.
Por la tarde contratamos el tour por el barrio judío de Budapest-Erzsébet Város con civitatis. Dos horas y media muy completas y recomendables para conocer esta parte de la ciudad. El único inconveniente fue la constante lluvia que nos caló completamente y no me dejó terminar de empatizar con el momento. Para finalizar la jornada tomamos algo en el famoso Szimpla Kert, uno de los ruins pubs de la ciudad. Y según la Lonely Planet, el tercer mejor bar del mundo.
Tercera jornada para disfrutar de Budapest en tres días
Y llegó nuestra última jornada de conocer Budapest en tres días. En esta ocasión decidimos caminar por la emblemática Váci Utca llena de tiendas y comercios. Hacernos unas fotos en el Puente de la Libertad y entrar al Mercado Central donde contemplar multitud de puestos de alimentos típicos. Lo que más me gusta cuando visito un sitio nuevo es entrar a sus supermercados y pasear por sus mercados tradicionales. En el Central de Budapest no sólo encontrarás frutas y verduras, también hay puestos de suvenirs, ropa y restaurantes para tomar algo.
Mercado Central: Budapest, Vámház krt. 1-3, 1093 Hungría. Horario: de lunes a viernes de 6.00 a 18.00 horas. Sábados hasta las 15.00 y los domingos cerrados. Entrada gratuita.
Mi amiga Clara tenía claro que quería subir los 305 escalones del mirador de la Basílica de Szent István (San Esteban). Su panorámica desde aquí es la mejor de la ciudad. Y encima su precio acompaña: 600 florines (1.55 euros). No olvidarás la grandeza a través de sus 360 grados.
Cúpula en la Basílica de San Esteban: horario de Lunes a Viernes de 9:00 a 16:00 horas, sábados de 9:00 a 13:00 horas y domingos de 13:00 a 16:00 horas. 1,55 euros.
Para comer dejamos al famoso Frici Papa, comida típica al mejor precio. Dos platos de pollo a la plancha, patatas, arroz, ensaladas y agua 13.70 euros ¡¡las dos!! Los platos de la carta no superaban los 5 euros. Ten presente que se llena pronto y que normalmente hay que esperar. Nosotras estábamos allí a las 13.00 horas para poder recoger las maletas y poner rumbo al aeropuerto. Y podrás comer gulash, guisos caseros, sopas y cremas, verduras, patatas y demás exquisiteces. ¡¡No te lo puedes perder!!
Frici Papa: Budapest, Király u. 55, 1077 Hungría. Horario de lunes a sábado de 11.00 a 23.00 horas.
Mi experiencia personal tras vivir Budapest en tres días
A la capital húngara le tenía muchas ganas y he podido cumplir otro sueño más. Es una ciudad muy bonita con infinidad de cosas que ver y hacer. Como te comentaba, quizá tras ver Budapest en tres días en época invernal siento que se queda corto. Teníamos pendiente visitar alguno de sus famosos balnearios como el de Széchenyi o el impactante ruin pub, Fogasház. Pero el clima, nuestras elecciones y demás circunstancias hicieron que no fuera posible. Y por ello, me quedo con ganas de volver y de perderme entre cualquiera de sus rincones. ¿Qué tiene el viajar que engancha tanto?
Para rematar mi opinión, quiero dejar claro que la compañía del país Wizz Air, es una estafadora. En todos los viajes que llevo por el mundo jamás me encontré con un atraco tan evidente. Tened mucho cuidado con el check in, las maletas y los cambios de hora en vuestros vuelos. Puedes tener un disgusto a la hora de volver a casa.
GRACIAS por haberte quedado hasta el final y revivir conmigo este precioso viaje con una amiga muy especial. Si quieres leer más sobre mis peripecias por el mundo no te pierdas mi viaje a Corea del Sur o descubrir los mejores sitios donde comer en Nápoles. Cuéntame cuál es tu ciudad favorita y por qué. Nos leemos pronto. NAMASTÉ 🙂
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