Las 7 reglas del amor que he descubierto tras leer la última novela de Raphaëlle Giordano me han resonado tanto por dentro que no puedo guardarme el secreto. No quiero profetizar ni asumir un rol que no me corresponde al tratar el tema del amor y las relaciones afectivas. Solamente quiero recomendar esta lectura y aportar lo que tan ferozmente me ha azotado el paso por este relato.
«Lo que le importa a la gente es el ‘cuánto tiempo lleváis juntos’. Como si la hazaña se calibrase en el número de años. La única aritmética que vale para los sentimientos es cuánto le brillan los ojos al otro cuando te mira».
El título del post de hoy acerca de las 7 reglas del amor no es inventado por mí. Ni mucho menos. Sino que hace referencia a una parte importante de la lectura que nos regala la autora en «Cupido tiene las alas de cartón». Esta sugerente, emotiva e inspiradora novela hace hincapié en la posibilidad de mejorar nuestra capacidad de amar. De fortalecer la «amorabilidad«, término acuñado por Meredith, la protagonista. Un viaje emocional a través del autoconocimiento, el autocuidado, el reconocimiento propio y la superación de creencias y roles del pasado. ¿No suena estimulante?
El secreto mejor guardado: dar lo mejor de ti
Hace unos años no vivía nada en sintonía con mi esencia y mi propósito de vida. Estaba frustrada, enfadada y disgustada con mi situación. Desde que decidí cómo quiero vivir, cómo quiero ser y con quién compartir mi vida, me siento más feliz. Y ojo, la felicidad no es un estado de exaltación perfecto, sino una situación armónica, estable y no siempre estimulante. Encuentra tu definición de FELICIDAD y lucha por ella.
«¿Y si el secreto del gran amor fuera saber mostrar al otro lo más hermoso de uno mismo?».
Para amar bien y amarnos bien tenemos la obligación para con nosotros mismos de satisfacer nuestras necesidad, asumir nuestras responsabilidades y atrevernos a confiar. Pero sobre todo, de asumir el riesgo de que alguien quiera cruzar la puerta y no impedírselo. Cuando abogo por el #autoconocimiento me refiero precisamente a hacernos responsables de nuestra mochila de vida y de tratar de indagar lo máximo posible en nuestros traumas, roles y comportamientos.
«Fuimos las personas perfectas en el momento equivocado».- refranero popular.
La lectura de este relato me ha regalado pinceladas de puertas por abrir que no sabía que existían. Y por mucho que duela, tengo ganas de seguir avanzando y conocer mis errores. Un libro nunca llega a tus manos por azar, las casualidades no existen. Y una de las 7 reglas del amor me ha dejado tocada. Pero gracias a ello, ahora puedo ocuparme en lo importante.
La «amorabilidad» y las 7 reglas del amor
Antes de pasar a enumerar las 7 reglas del amor que tan bien definidas creo que están, quiero destacar otro beneficio de esta novela. Y es que igual que la protagonista, su autora nos regala las pautas para crear tu propio diario de la «amorabilidad». Convertir este cuaderno como un objeto de anclaje para materializar nuestros deseos, determinaciones y decisiones para vivir una relación armoniosa, bonita y auténtica.
De hecho, yo me lo he tomado tan enserio que adquirí un precioso cuaderno de papel kraft única y exclusivamente para realizar esta actividad. La cual me llena de creatividad, desasosiego, eliminación de creencias, diversión, dolor y mucha paz.
Las 7 reglas del amor según Raphaëlle Giordano
Vamos al lío a lo que has venido a leer en esta entrada. Sin ser un spoiler de lo que ocurre en la novela, estas 7 reglas del amor son esclarecedoras y creo que dan bastante en el clavo. ¿Qué opinas tú?
- 1: La armonía se encuentra en el sutil equilibrio entre el arte de dar y recibir.
- 2: Para mantener viva la llama del amor, nunca debemos olvidarnos de añadir desenfado, frescura, diversión, alegría, espontaneidad, creatividad, energía y sabor…
- 3: Nadie es de nadie. Cuando el amor se convierte en una jaula, se muere. La libertad reside en la confianza. Cada uno debe trabajar su autonomía afectiva.
- 4: Diversificar las fuentes del amor, de interés y de satisfacción. Hay que multiplicar los caprichos por todo lo bello, interesante y enriquecedor. No se conoce a alguien por casualidad. Si te topas con la tentación, observa el mensaje más de cerca. ¿Qué me enseña sobre mí? ¿Qué tiene esta persona que se refleja en mí?
- 5: Cada nueva persona que me atrae, me tiende un espejo para preguntarme sobre mis deseos, necesidades y carencias.
- 6: El amor del otro nunca debe hacernos perder de vista el amor a nosotros mismos. Nadie tiene derecho a hacernos sentir bien o mal. Debo darme cariño, ternura e indulgencia. Trabajar en el #RetoSerTuMejorAmigo. ¡Cuidado! Pues el amor falla cuando cargamos al otro con esa responsabilidad.
- 7: Nuestro deber es REALIZARNOS. Cada uno debe sentirse orgulloso de sí mismos. Y que el otro también lo esté. Que sea una tarea tan humilde que resulte admirable.
La autorrealización y las 7 reglas del amor
¡Bingo! La última de las 7 reglas del amor es la que más me ha tocado por dentro. Y a pesar de ser obvio, no me ha dejado indiferente. Como creo fielmente en las causalidades, sé que este libro fue puesto en mis manos por una razón. Y ahora ya he entendido cuál es. Cada uno de nosotros tenemos el deber de realizarnos. De alcanzar nuestra definición del éxito. ¿Te has dado cuenta de que la amargura en una pareja muchas veces comienza cuando ya no nos gusta quiénes somos ni en lo que nos hemos convertido? Sentirnos orgullosos de nosotros, sin caer en el narcisismo, hace que de manera natural los demás también lo estén. Y es, precisamente, este binomio de admiración natural lo que sustenta una relación estable.
Por ello, cada día cobra más importancia la necesidad que siento de autorrealizarme y lograr ese Ikigai tan profundo. El sentido de mi vida. El propósito para el que estoy destinada. Y ahora sé que hasta que no lo alcance no lograré perdonarme, amarme ni dejarme ser feliz.
«Tengo miedo, pero también ganas. De atreverme. De ver de lo que soy capaz. Y sobre todo de no aplazar más esas decisiones que, aunque no parezcan gran cosa, suponen un fuerte compromiso y ponen en marcha la rueda del campo positivo».
Gracias por leerme un martes más, por darme tanto apoyo, cariño y compañía. Espero y deseo que logres quererte tanto, tan fuerte y tan bien que tus relaciones sean sanas, equilibradas y duraderas. NAMASTÉ.
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Pero qué maravilla me he encontrado aquí por sorpresa.
También a mí me ha sentado como una bofetada y al mismo tiempo una liberación. El saber que gran parte de la clave para que una relación funcione es no pedirle al otro lo que solo está dentro de nosotras mismas.
Por una lado puede parecer una responsabilidad tremenda, pero sin duda es mucho más esperanzador que dejar en manos de los demás nuestra compleja felicidad.
Me apunto el libro y me hago una nota mental de pasarme por aquí más a menudo. A alimentar mis ganas de gochadas sanas, pero también mi alma. Mil gracias, Noe.
Muchas, muchas gracias por este precioso comentario. Me alegro que te haya gustado y que te haya hecho planteado algunas cositas. Desde luego que todos sabemos que somos los responsables, pero cuando un mensaje te atrapa así, reflexionamos. Un saludo y bienvenida 🙂