Eliminar interferencias sociales y ganar en bienestar es una de las tareas que ha llegado a mi vida para quedarse. Las nuevas tecnologías y las facilidades que nos proporcionan son un avance increíble. No pongo en duda de que los beneficios que ganamos como sociedad son indiscutibles. Sin embargo, si no practicamos un uso responsable de ellas podemos sufrir muchísimo.
Aún recuerdo que la primera vez que tuve un teléfono móvil fue a mis 12 años, la irrupción de Internet a mis 15 y el uso de una Black Berry me llegó a mis 23 años. A día de hoy todo avanza muy deprisa y gestionar las emociones que nos abordan no es tarea sencilla. Me ha costado mucho tiempo darme cuenta que muchas de mis frustraciones, tristezas, desasosiegos y complejos provienen del exceso de interferencias de las redes sociales.
Prepárate para eliminar las interferencias sociales
Cuando hago referencia a las interferencias sociales englobo a todo lo que nos llega por la prensa, la radio, la televisión, las redes sociales, el boca a boca, la interacción con grupos sociales y la gran sobre información a la que estamos expuestos. Ya que esta última desemboca sin freno en desinformación.
He invertido mucho tiempo, esfuerzo, sufrimiento y ganas en autoconocerme y detectar de dónde provienen ciertas inquietudes, incomodidades, envidias y malestares. Una de las cosas que más me gusta compartir por mis redes es la de adoptar un estilo de vida consciente en todos los ámbitos. A nivel nutricional, deportivo, emocional, laboral, social y personal. Tratar de priorizar el #autocuidado de una forma consciente, con amor y mucho respeto hacia uno mismo.
Si te cuidas, podrás cuidar. Si te amas, podrás amar.
Por todo esto, creo fundamental activar el modo consciente para eliminar las interferencias sociales que detectemos que nos hacen daño. Quizá no has localizado todavía que ciertas personas, influencias, estilos de vida, consejos y demás temáticas que sigues y te gustan pero que te están haciendo daño. Ya no siento vergüenza en reconocer que por problemas emocionales personales que debía afrontar y sanar tuve que reconocer que la envidia, el rencor y la frustración afloraban al recibir ciertos estímulos.
No pasa nada, es perfectamente normal sentirse así. Como siempre que tengo ocasión digo: «lo que dice Pepe de Juan dice más de Pepe que de Juan». Por ello, me atreví a mirar en mi interior y me preparé para descubrir los demonios que habitan en mí. Y prometo que aunque duela, es un proceso precioso que nos quita lastre y nos llena de luz.
Utiliza la autocompasión para eliminar las interferencias sociales
Me parece muy interesante plantearse la siguiente pregunta:»¿cuáles son mis necesidades y cómo puedo atenderlas?» Es decir, utilizar la compasión propia. Dejar que la mente quede relegada a un segundo plano y dejar que sea el cuerpo el que te hable. Cada uno de nosotros tenemos unas necesidades distintas y vibramos en otras frecuencias. Para mí el autocuidado es disponer de mucho tiempo para mí, para mis paseos, el silencio, escribir, leer, descansar, practicar deporte. Poder realizar mis tareas diarias a las horas que me gustan, organizar mis horarios, desayunar con mucha calma…
Pero es muy importante disponer de criterio propio, ser crítico con lo que nos llega, probar y reconocer los errores, inspirarnos en los éxitos ajenos y moldearlos para que fluyan con nuestra esencia. Forjar una base sólida en personalidad, límites y creencias potenciadoras. Pero nunca en base a lo que nos llega de fuera. Si no a lo que procesamos y hacemos nuestro.
Establece innegociables para eliminar las interferencias sociales
Soy fan de hablar sobre los innegociables. ¿Y eso qué es Noe? Pues ni más ni menos que acciones que no me permito realizar o, por el contrario, que considero indispensables para mi salud emocional. Por ejemplo, uno de mis innegociables con respecto a las interferencias es la de no conectar datos móviles hasta que no he terminado de desayunar. Necesito sentirme desconectada de todo hasta que termino mi ritual de mañana. Antes no consideraba que fuese tan importante pero sentía que estaba más hacia fuera contestando y leyendo mensajes que centrada en mi momento favorito del día.
Otro de mis innegociables es el de tratar de usar lo menos posible el móvil cuando estoy disfrutando de alguien. Me parece una falta de respeto robarle tiempo y atención a quien tengo enfrente por seguir conectada con otras personas a distancia. Sé que esto puede escocer pero es básico estar centrado en el aquí y ahora para poder sumarlo a la lista de #LoBelloDelDía.
Por otro lado, también hay que ser coherente y respetuoso con el prójimo. Cuida tus mensajes, tu insistencia, tu reclamo de atención y trabaja en la soledad elegida. Debemos potenciar ese amor propio que surge cuando pasamos tiempo de calidad con nosotros mismos y no volcar en los demás nuestras mochilas de vida.
Pequeños trucos para eliminar las interferencias sociales
- Prepárate cuando vayas a consumir prensa, redes sociales, tele, radio…
- Activa la consciencia y no dejes que las opiniones ajenas te enajenen.
- Sé crítico y cuestiona todo lo que te llega.
- Porque a alguien le funcione algo no quiere decir que sea lo mejor.
- Prueba y equivócate, así ganarás criterio.
- Atrévete a ir contracorriente.
- Si algo te chirria de alguien, deja de consumirlo.
- Analiza por qué te sientes incómodo con respecto a algunos estímulos.
- Intenta consumir más series, libros y cultura de «ficción» que vidas reales «perfectas».
- Nútrete de todo lo que te sume y vive más en la realidad.
- Prueba a pasar 24 horas sin móvil.
- Pierde el tiempo riendo y no en Instagram.
- Vive más hacia dentro y no hacia afuera.
- Comparte mensajes de calidad, con alma y respeto.
- Sé feliz y haz feliz al resto.
Espero y deseo que prestando más atención a tu organismo seas capaz de bajar revoluciones, priorizar lo importante, saber alejarte de lo tóxico y ser más feliz. Muchas gracias por un martes más. NAMASTÉ.
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